Moyá se queja de que la organización no le haya autorizado la suspensión
El español Carlos Moyá consideró que se la ha tratado injustamente, y que si en vez de ser él hubiera sido el estadounidense Andre Agassi o un jugador australiano, la organización del Abierto de Australia le hubiera proporcionado un día más para poder recuperarse de la lesión del tobillo derecho y no tener que retirarse sin pisar la pista. «Es una decisión dura, pero es lo mejor para mí porque estamos empezando el año y no es cuestión de arriesgar», dijo Moyá, «aparte me dolía y aunque el tobillo está mejor que ayer y que hace dos días, veo difícil ganar así un partido a Blake al mejor de cinco sets». El jugador español se había proclamado campeón del torneo de Madras hace dos semanas y después de ganar nueve partidos seguidos se enfrentó al australiano Lleyton Hewitt en la final de Sydney el sábado. Con 3-3 en el marcador se torció el tobillo al golpear de derecha y abandonó luego con 4-3. Poco después un reconocimiento médico en el hospital confirmaba que tenía un fuerte esguince, grado entre 1 y 2, en el ligamento lateral externo del tobillo (ligamento peroneo astragalino anterior). Tras el entrenamiento matinal de ayer, junto a su nuevo preparador físico, Juan Antonio Martorell, y su entrenador, Joan Bosch, Moyá confirmaba que no podía seguir adelante aunque se encontraba en un gran momento de forma.