Diario de León

El reparto de puntos fue al final la mejor opción para el Club Leonés

Ricardo y Chobo dan la nota de alegría de la jornada tras sumar el triunfo en la modalidad de paleta

El gran partido realizado por Chobo fue una de las notas destacadas

El gran partido realizado por Chobo fue una de las notas destacadas

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Tasio - león
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El Club de Pelota Leonés cabalga a lomos de un potro desbocado que, en cada jornada, tiene que vencer obstáculo tras obstáculo. Si hace quince días fue la noticia de la lesión del pelotari Goyo, recién fichado por el equipo leonés, en esta segunda jornada del campeonato el jugador Amilivia tampoco ha podido intervenir. Una pequeña dolencia lumbar suponemos, trastocó los planes y la alineación de partidos, obligado a los leoneses a reestructurar y buscar soluciones de última hora. Cuatro encuentros se han disputado hasta el momento y el Club de Pelota Leonés ha ganado dos. Este logro y la diferencia de tanteo a su favor, le sitúan en el segundo puesto del Grupo A. Las dos victorias conseguidas, la primera en Vallelado y esta segunda del pasado fin de semana, han sido en la modalidad de paleta. Los encuentros de pala corta, de momento, no han dado jugo a los leoneses. Primera jornada que el Club Leonés disputa en casa y en el remodelado frontón de la Universidad. Visitó la chancha Arevacos de la localidad de Arévalo (Avila) y quedó encantado, según sus propias declaraciones, del nuevo frontis que luce la instalación universitaria. Perfecto impacto de la pelota, juego rápido pero sin atropellar al pelotari, ni una gota de agua o humedad en la cancha, etc, etc. Complace y alegra, al mismo tiempo, escuchar estas opiniones de los contrarios y compararlas con los acontecimientos que hace escasas fechas, concretamente en la primera jornada de este campeonato, sufrió el equipo leonés en la que tuvo que recorrer varias provincias para encontrar un frontón en buenas condiciones donde poder disputar los partidos. Partido de paleta Debido a las lesiones antes comentadas, el Club de Pelota Leonés tuvo que echar mano de su agenda y preparar lo mejor posible los encuentros. Parecía lógico que el delantero Ricardo, que ya había dado muestras de su buena forma la primera jornada, se ocupara de nuevo de la responsabilidad del partido de paleta. Junto a él, y defendiendo la zaga, el incombustible y siempre dispuesto pelotari «Chobo» que este año, y debido a los fichajes, pretendía ceder su puesto en aras de la juventud y pujanza de otros pelotaris. Con este tandem bien formado y dispuesto, el Club Leonés plantó cara a la pareja del Arevacos, Zurdo-García. El comienzo fue fulgurante y los cuatro paletistas se daban el toma y daca de rigor: una para ti, otra para mí. Más tarde, Ricardo y «Chobo» se «enfadaron» y casi sin darnos cuenta se fueron de doce tantos en el marcador. A partir de ese momento, los únicos protagonistas sobre la cancha fueron los leoneses. Ricardo, como siempre, no dejó fisuras y mantuvo a su oponente Zurdo en el límite y rayando la inoperancia e impotencia por el buen juego del leonés. Fenomenal su eficacia y la potencia del golpe con las clásicas «dejaditas», a las que Ricardo nos tiene acostumbrados. «Chobo», a la chita cayando, se fue haciendo un sitio en la zaga. Sacó reposadamente, buscando la colocación y evitando fallos. Atento al ancho. Buscó el aire con soltura y empale restando pelotas complicadas y de difícil ejecución. Pidió pelota en el momento justo y dirigió a Ricardo en las situaciones de peloteo intenso: tuya, mía, aire, corta. Su experiencia de muchos años en canchas y frontones le hacen sabedor de las triquiñuelas y ardides de este deporte. Con un 35-16 a su favor se fueron con la tarea cumplida. La pala corta, que se jugó a continuación, fue diferente. Alberto y Ugidos no pudieron con la pareja del Arevacos, Somoza-Pacheco. Este último, fue superior a Ugidos en la zaga y el tanteo, abultado en el meridiano del partido a favor del equipo visitante, pudieron enjugarlo los leoneses con una pelota de bote seco que sacaron cuando el marcador apuntaba 32-15. De esta guisa, sorprendieron a Somoza y Pacheco que vieron como los leoneses, Alberto y Ugidos, hacían ocho tantos de una tacada. Alberto, que arreó estopa en los cuadros delanteros, no pudo con los palazos que Somoza restaba a pelotas con blandura que Ugidos mandada desde atrás. Los de Arévalo ganaron merecidamente por 40-27.

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