España aterriza cargada de juventud y propósitos

Muchos favoritos y escasos partidos sin emoción. Así se presenta el Europeo de Eslovenia, que España afronta desde mañana jueves entre los favoritos y con un equipo rejuvenecido, en un grupo inicial muy difícil: Croacia, Portugal y Dinamarca. Los tres primeros pasan a la segunda fase, pero arrastrando los resultados en un torneo durísimo. La selección española llegó este martes a Ljubljana, la capital eslovena, sin trece maletas -se quedaron en el trayecto desde Francfort y se tienen que recuperar en las próximas horas porque contienen equipaje deportivo-, pero con aire optimista tras las dos victorias contra Suiza, en Zug (25-28) y Berna (25-30). En ambos amistosos se notó una clara mejoría en la defensa, el punto más débil del conjunto de César Argilés. Éste es muy consciente de que las ausencias del retirado Urdangarín y el muy veterano Xepkin en el bloque central de la retaguardia son difíciles de suplir, y de ahí que el equipo haya trabajado prioritariamente en esa faceta desde el pasado día 2, en la concentración de Alcobendas (Madrid). El otro puesto aún no consolidado es el de la dirección del ataque. Argilés reserva para los Juegos de Atenas, siempre que estén en buena forma, a los encargados habituales de esa labor, Duishebáiev y Masip, dos veteranos en el declive de su carrera a quienes no conviene sobrecargar de partidos, como ocurre con el lateral zurdo Garralda. Es la hora del benjamín Raúl Entrerríos.