La Junta ofrecerá recorridos de pesca para atraer turismo

La conveniencia de aprovechar la riqueza piscícola de los ríos de Castilla y León para atraer turismo de calidad, tal y como ya se hace en otras comunidades con menor potencial hidráulico y piscícola, viene siendo demandada desde hace años por la hostelería y el comercio. La fórmula venía siendo estudiada por la Consejería de Medio Ambiente sin terminar de decidirse por el sistema de cotos turísticos, expedidos por los establecimientos de hostelería, y que llevan aparejadas pernoctaciones de los pescadores. En la temporada que comenzará el próximo día 4 de abril se pondrá en práctica a título experimental un sistema que, a priori, puede resultar interesante. Se trata de poner a disposición de todos los pescadores que han participado en el sorteo para la elección de cotos, pero muy especialmente de los foráneos, unos recorridos de pesca integrados por dos o más cotos, que disfrutarán en fechas consecutivas. Podrán así pasar varios días de vacaciones pescando en León sin moverse de la zona elegida. Hasta un total de catorce recorridos que abarcan fechas diversas de abril a septiembre se ofertan en los mejores acotados provinciales. En algunos casos se pesca el mismo río en sus distintos acotados. Así el Porma (Vegaquemada, Remellán, El Condado o Cerezales), el Esla (Gradefes, Valdoré, Quintana, Pesquera...) o el Luna-Órbigo (Sardonedo, Villarroquel, Garaño, Rioseco). En otras ocasiones la oferta incluye ríos diversos muy próximos entre sí, como es el caso del Duerna y Eria, del Bernesga, Torío y Curueño o del Valcarce, Burbia Sil y Selmo estos últimos en el Bierzo. En todos los casos la información enviada por la Junta de Castilla y León a cada una de las más de siete mil solicitudes correspondientes al doble de pescadores incluye hoteles, hostales, restaurantes y casas rurales donde el pescador puede hospedarse y disfrutar de una buena gastronomía. También, si le acompaña la familia, las posibilidades de hacer turismo al margen de la pesca son muy favorables desde el punto de vista del paisaje y de los deportes al aire libre. Parece lógico hasta cierto punto que los pescadores locales deban renunciar a parte de sus privilegios para potenciar el turismo que genera riqueza y crea puestos de trabajo en una provincia bastante depauperada. En este caso, sin embargo, ni siquiera se verán perjudicados ya que los permisos no se detraen del total, sino que son los mismos que les hubiesen correspondido en el sorteo, solo que se expiden en fechas consecutivas. Si la iniciativa se demuestra operativa en años sucesivos es más que probable que la oferta se incremente. Los recorridos parecen muy estudiados, así por ejemplo se escoge abril para Valcarce, Sil y Burbia; junio para Bernesga, Torío y Curueño o julio y septiembre para el Esla, fechas en las que habitualmente se pesca muy bien en dichos ríos. Una buena idea, en definitiva, que ampliada podría resolver una demanda creciente del turismo interior relacionado con la pesca fluvial y la naturaleza.