La magia de Ronaldo posibilita al Madrid meter presión al Valencia
El equipo de Queiroz venció por la mínima al Villarreal en un partido en el que debutó Mejía
Carlos Queiroz volvió a colgarse una medalla más como entrenador del Real Madrid, demostró de nuevo que tiene olfato para descubrir talentos -debutó Alvaro Mejía- y vio como su equipo funciona sin Zidane, con simetría en el campo, ante un Villarreal, que fue más endeble de lo esperado. Que Queiroz es listo es evidente. Cuando llegó al club le dijeron que el bueno era Rubén. Queiroz detectó rápidamente lo que había en la cantera. Y comienzan a llegar sus éxitos. Hasta la fecha, el pueblo de Las Rozas era conocido porque allí residen muchos futbolistas del club. Desde ayer, el pueblo ha puesto un chico en el once del Real Madrid. Porque Mejía estuvo extraordinario al lado de Raúl Bravo. Solvente, rápido, con criterio, el chaval se llevó el merecido aplauso del público por su entrega y calidad. También dio el testigo a Juanfran, el otro que sí vale de verdad en el club. Y es que Queiroz no es tonto, aunque alguno trate de colocarle tipos que no dan la talla. El Real Madrid firmó un notable primer tramo. Serio atrás, con el ojo clínico de Queiroz apostando por Mejía de inicio, el Madrid siempre mantuvo el control del balón y sobre todo una circulación perfecta hacia las bandas donde tanto Figo como Solari desbordaron en el uno contra uno con suficiencia a Arruabarrena y Belletti respectivamente. Sin Zidane, maestro de maestros, curiosamente el mapa táctico del equipo mejora de forma sustancial. El Madrid gana en profundidad en los costados, pierde fantasía sin el francés, pero es más ortodoxo. Y de eso, por supuesto tienen buena culpa Beckham y Guti, una pareja que ya llamó la atención ante el Valencia y que volvió a dar fluidez al equipo. Cada día que pasa se ve al Madrid más trabajado. Basta ver las ayudas, el sacrificio del debutante Mejía, quien se echaba a ayudar a Michel Salgado a la banda cuando aparecía por allí Jose Mari. O basta ver la disposición defensiva cuando el Madrid lanza los córners. De una acción coordinada, con una hermosa pared con Figo, llegó el primer gol de Solari. En el segundo tiempo, al Villarreal no le dio tiempo ni a ordenar sus ideas. A las primeras de cambio, le cayó el bombazo de Ronaldo, quien mandó a la red un misil desde fuera del área. Fue la tumba ya del Villarreal.