El desconcierto del Celta refuerza la ascensión de la Real y hunde a Lotina (2-5)
La Real Sociedad se convirtió en nueva beneficiaria del desconcierto que impera en las filas del Celta y, sin hacer un gran partido, aprovechó los visibles puntos débiles de la cobertura local para hurgar en la herida con una nueva humillación en Vigo. Las cosas comenzaron muy bien para los célticos con un fallido corte de López Rekarte. Gustavo López se adelantó de cabeza a Alberto. Pero los males del Celta de esta temporada está claro que no se pueden remediar de un día para otro. En la primera ocasión de la Real llegó el empate, un magnífico servicio raso por el centro de Xabi Alonso, descontrol a la hora de dejar en fuera de juego a Kovacevic y finalización efectiva del serbio ante Cavallero. Las nubes del cielo se tornaron aún más negras para el equipo celeste. Y además, las desgracias nunca vienen solas y en este caso el Celta no mereció la mala fortuna del segundo gol visitante, un córner botado por Karpin que, en su trayectoria por el área pequeña, golpeó en la pierna de Milosevic para desviarse sin remisión al fondo de la red. En la segunda parte el Celta salió a por todas y enseguida logró el empate por medio de un penalti de Schürrer sobre Vagner que Luccin convirtió con tranquilidad. Pero un nuevo error defensivo en un saque de esquina permitió a Kovacevic rematar totalmente solo un balón que Xabi Alonso remachó de cabeza casi sobre la línea. Este gol volvió a meter a la Real en el partido y provocó urgencias en el Celta con descuidos lógicos por la desesperación que acabaron propiciando goleada y humillación con el turco Nihat inmisericorde y efectivo ante un Cavallero inútil que no atrapa un balón ni por casualidad. Con diez hombres sobre el terreno por expulsión de Berizzo y la moral en el fondo, solo quedó esperar el final, cosa que no hicieron muchos aficionados vigueses que abandonaron el estadio muy enfadados un cuarto de hora antes de la conclusión.