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Publicado por
NEMESIO RODRÍGUEZ
León

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LLORA José Antonio Camacho y llora el Benfica, al que un extraordinario jugador llamado Eusebio hizo temible en la década de los 60 con dos títulos europeos. El Benfica está de luto. Ha perdido al delantero húngaro Miklos Feher, «Miki» para sus amigos, 24 años de edad, internacional. Se le paró el corazón el domingo en el césped del estadio «Afonso Henriques» de Guimaraes. Camacho y sus jugadores abandonaron el campo rotos, en lágrimas, como si presintieran que Feher no se recuperaría. El internacional húngaro moría dos horas después en el hospital «Nossa Senhora de Oliveira» de Guimaraes. Es uno de los momentos más duros de Camacho y del Benfica, el equipo luso que vivió uno de sus días épicos el 2 de mayo de 1962 cuando Eusebio quebró con dos goles el empate a tres del marcador para cerrar la final de la Copa de Europa contra el Madrid de Di Stéfano con un inapelable 5-3. El primero había sido en Berna el 31 de mayo de 1961 en la final que ganó por 3-2 al Barcelona de Kubala. Fue el mayor momento de gloria de la «Pantera negra», un africano de Mozambique que se convirtió en el mejor jugador de toda la historia de Portugal. Pero los profesionales también lloran y las lágrimas de hoy recuerdan a las de Eusebio en el Mundial de Inglaterra de 1966 cuando Portugal cayó en semifinales (2-1) ante el país anfitrión, luego ganador del título. Sus zancadas y sus goles habían asombrado en ese campeonato. Máximo anotador del Mundial, con 9 dianas, nadie pudo consolarle tras la derrota ante los ingleses. La imagen nos lo muestra secándose las lágrimas con la camiseta. Llora José Antonio Camacho y, sin duda, está llorando Eusebio y todo el Benfica, el más laureado club portugués, con 30 títulos de Liga y 23 de Copa, dos de Europa y cinco veces finalista del máximo galardón continental. Camacho, que cimentó su fama como futbolista en el Real Madrid, ha empeñado todo su carácter ganador, su empuje y su experiencia para devolver al Benfica a la elite europea. Contaba con Feher para conseguir sus objetivos, aunque no lo tenía como titular. Los que conocen a Camacho saben que su dolor es tremendo. Aprecia a sus «muchachos», como suele decir, y siempre da la cara por ellos. «Nos defiende y va de frente», asegura el capitán del Benfica, Hélder Cristovao. Es seguro que Camacho sacará fuerzas para animar a sus jugadores a seguir peleando.

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