Diario de León
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MARRO
León

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1. AMANTE del espíritu deportivo. Del deporte en estado puro. 2. Persona con peso específico en la sociedad leonesa. 3. Tiempo de dedicación: dos o tres horas diarias a la Lucha Leonesa. 4. Sin vinculación política pero con contactos a alto nivel. 5. Externo a las personas que actualmente rigen los destinos de la lucha, pero capaz de salvar lo bueno que haya. 6. Persona con mentalidad progresista, visión moderna y de futuro del deporte y de la lucha leonesa. 7. Humilde para copiar lo bueno de otros deportes similares al nuestro y con sensibilidad para mantener lo tradicional de la Lucha Leonesa. 8. Inteligente para rodearse de personas con su misma mentalidad y desechar a los oportunistas de turno. 9. Ser capaz de formar un equipo de profesionales especialistas en los diferentes campos en los que se daba trabajar para que este deporte progrese realmente y de una vez. 10 . Tener capacidad para dirigir y coordinar a un grupo de personas que trabajen en la misma dirección. Y tras este «decálogo-perfil de un presidente», transcribamos también literalmente él a modo de «sextálogo de profesionales que no deberían faltar en el organigrama que dirija la Lucha Leonesa»: «sextálogo de profesionales que no deberían faltar en el organigrama que dirija la Lucha Leonesa»: a) Gerente deportivo. b) Técnico en publicidad y marketing deportivo. c) Titulados superiores en entrenamiento y técnica de lucha. d) Titulados superiores en medicina deportiva. e) Coordinadores con experiencia en organización deportiva. f) Asesores con experiencia en diferentes campos relacionados con la lucha y con la lucha leonesa (historia, enseñanza, legislación deportiva, documentación y publicaciones, etcétera). Todo ello en la clave del «Se busca Presidente». Ni quitamos ni ponemos coma. Hasta aquí el federativo-presidencial salto cualitativo que propugna la revista luchística «Al Corro» -reproducido textualmente- y que pensamos que asumiría cualquier aficionado «normal». Todo es opinable... y publicable. Claro que de partida más cuestionables podrían ser los juicios -de valor- que se deslizan en la misiva que nos remite T.A.A., de la cual hemos tenido que suprimir alusiones tan directamente personales que rozan lo ofensivo... para que resulte «publicable» en las formas. Ya saben, de lo que se trata es de constatar y contrastar testimonios -luchísticos- ajenos. «He tenido transcurrir algún tiempo desde la abochornante vergüenza a que se nos sometió a los aficionados en el corro de cierre de la Liga de Verano en el Palacio de los Deportes. Ya con más reposo tengo que decir, pues eso, que sigo avergonzado y abochornado. Lo de las inscripciones de Pesados y todo lo demás que vino después con los árbitros y demás, no tiene nombre. Por cierto que lo del campeón de pesados ha quedado así, sin tomar medidas, sin que nadie proteste, se ha echado tierra encima y a correr y ya está, que el tiempo lo cura todo (...) Estoy de acuerdo con las críticas, pocas por desgracia, que se han venido haciendo y comparto casi todo, sobre todo con lo inexplicable de que en la Lucha Leonesa los cargos se perpetúan, cuando día a día se demuestra que los dirigentes forman parte del problema y no de la solución (..) ¿En qué quedó lo de dejar sin aprobar las cuentas en la Asamblea de diciembre o por allá? Sí, las «cuentas de la faltriquera» que dice el Sr. Marro (¿?). Aunque también forman parte del problema los mercenarios luchadores con su materialismo a cuestas, los aficionados con su pasotismo y apatía e indiferencia y los medios de comunicación con su desinterés y falta de sentido crítico; estos medios debería de ser más incisos y beligerantes con la organización que se resienten y fallan en elementalidades externas y de organización en sí. Y también me voy a permitir solicitar que se mojen en los temas conflictivos concretos que están ahí, como por ejemplo estadísticas de lesionados (o mancados como decimos en cazurro) que tanto está repercutiendo sobre la práctica de la Lucha Leonesa en la falta de espectáculo de que adolecen los corros, salvo contados combates.; o el tema de cantera.

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