Carlos Sainz aspira a resarcirse en Suecia de su abandono en Montecarlo

La segunda prueba del Mundial, el Rally de Suecia, se disputará este fin de semana en las pistas heladas de la zona norte de Karlstad, a unos 300 kilómetros de Estocolmo. Para Carlos Sainz, tras su abandono en Montecarlo, está es una nueva oportunidad para llevarse la victoria en una prueba tradicionalmente dominada por pilotos nórdicos y donde no ha triunfado nunca un latino. Después de haberse adjudicado una nueva victoria en Montecarlo, Citroën parte como uno de los favoritos al triunfo en Suecia, aunque los Peugeot no se lo van a poner fácil, y tampoco los Ford de Duval y Martin. El Rally de Suecia es una prueba que gusta a los pilotos, que recorren pistas muy rápidas y onduladas en los bosques de la región de Värmland. Pilotar los WRC equipados con ruedas muy estrechas con muchos clavos, a medias superiores a los 100 kilómetros/hora, es algo que agrada a los pilotos. Una de las dificultades de esta prueba es que es la única de todo el calendario que se disputa enteramente sobre nieve. En estas condiciones los pilotos no nórdicos sólo corren una vez al año, mientras que es ahí donde sus rivales del norte han aprendido a pilotar. De esta forma, el Rally de Suecia permanece, por el momento, como el último «refugio» de los nórdicos. El «fortín» sueco no pudo ser conquistado de 1950 a 1980, y desde 1981 sus vecinos finlandeses vencieron en trece de las veintitrés ediciones disputadas. Otro de los puntos delicados de este rally son las condiciones de las pistas. El mayor temor es el clima, no demasiado frío, que derrite la nieve, hasta el punto de hacer que aparezca tierra. Por ello, la edición de 1990 tuvo que ser anulada, ya que hacía demasiado calor. Aunque las temperaturas sean negativas, la nieve, según las condiciones meteorológicas, puede ser más o menos dura. El hielo proporciona igualdad de condiciones en las pistas.