| Obituario | José María Tagarro |
León pierde a un gran aficionado
Era considerado un pescador de la vieja escuela, pero también un buen especialista en caza mayor
El mundo de la caza y de la pesca en León se ha visto conmovido por el fallecimiento de José María Tagarro Casado, muy popular y conocido entre los aficionados a estos deportes. Pese a su relativa juventud, 56 años, Tagarro era considerado un veterano pescador de la vieja escuela. Maestro en el cebo natural dominaba a la perfección la mosca ahogada su arte de pesca preferido. Su amplia experiencia venía siendo reconocida no sólo en León, donde regentaba una tienda de deportes, sino también en el vecino Principado de Asturias a cuyos ríos acudía de forma periódica para pescar el salmón y el reo que, junto con la trucha, eran su auténtica pasión. Sus conocimientos acerca de los ríos y técnicas de pesca le habían servido para dirigir programas radiofónicos y publicaciones como las famosas tablas lunares sobre la actividad mayor o menor de la trucha y sus horas de preferencia. En el mundo de la caza, José María Tagarro pasaba por ser un experto armero y un hábil tirador. Con una mayor dedicación a la caza mayor disponía de varios cotos y múltiples contactos para organizar cacerías. La vida de José María se vio muy afectada por un terrible acontecimiento sucedido hace cinco años cuando su único hijo varón fue asesinado a la salida de un bar. Este hecho le sumió en una profunda tristeza y cambió su carácter abierto y jovial, haciéndole más reservado y menos comunicativo con su entorno. Pese a todo, sobrellevaba la desgracia muy apoyado por su familia, en su esposa y en sus dos hijas. En fechas previas a las vacaciones de Navidad tuvo que ser ingresado en el hospital aquejado de dolencias relacionadas con la diabetes que padecía. Nada hacía presagiar, sin embargo, un desenlace tan fatídico, pues su estado de salud era aparentemente bueno. La muerte de José María Tagarro Casado el pasado lunes deja un profundo vacío en la gran familia de cazadores y pescadores leoneses, muchos de los cuales le le acompañaron en su último viaje al cementerio de La Bañeza, donde reposa al lado de los restos su hijo.