Diario de León

El Plasencia se sobrepuso mejor al desquicie generado por los árbitros

León se desangra en un partido que empezó dominando pero que no supo tranquilizar

Onyekwe sumó 21 puntos, pero su trabajo es cada vez más complejo porque los rivales se centran en él

Onyekwe sumó 21 puntos, pero su trabajo es cada vez más complejo porque los rivales se centran en él

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Carlos Frá - león
León

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Baloncesto León acumuló ayer su segunda derrota consecutiva al caer en casa ante un Plasencia, que se mostró como un bloque muy sólido. Se anunciaba una guerra de intensidades defensivas, pero el partido desembocó en una batalla de nervios. Y es que no había transcurrido mucho tiempo cuando la pareja arbitral tomó el protagonismo en un partido, que acabaron desquiciando, y no tanto por perjudicar a unos o a otros, sino porque los jugadores aguardaban con total desconcierto cada vez que oían un silbato. Y en esta guerra de nervios el Plasencia supo aguantar mejor, mientras León pagaba cara una situación en la que no sabía a que atenerse y especialmente porque no supo tranquilizar las cosas sobre la pista en momentos clave. León arrancó el partido con ventaja y consiguió importantes rentas de hasta once puntos en los primeros minutos. Eran tiempos de calma y el equipo exhibía momentos de verdadera intensidad defensiva y con un ataque fluido. Charli frenaba al temido Gianella y el Plasencia tenía muchos problemas en sus ataques estáticos. Iker, especialmente motivado, lideraba al equipo incluso en la faceta anotadora. León exhibía por vez primera en la temporada su catálogo defensivo y rompía con el hábito de la individual. Con siete puntos de ventaja León afrontó un segundo cuarto en el que el Plasencia optó por endurecer su defensa. Onyekwe había anotado once puntos en el primer periodo, pero todos los ojos del equipo extremeño estaban sobre el nigeriano que se quedó en un punto -en tiro libre- en este segundo parcial. La séptima personal a León al iniciarse el segundo cuarto terminó por indignar a la grada. El ritmo del partido era frenético, pero las decisiones descolocaban a los jugadores, que temían cualquier iniciativa. Y es que la grada leonesa llega muchos años en este y cuando se oyen carcajadas tras una decisión arbitral que favorece a León algo significará. Si el primer cuarto había sido «arbitralmente» para Plasencia, este segundo fue para León claramente. El equipo local quería controlar el partido pero el Plasencia iba limando la renta al aprovecharse de un equipo al que cada vez le costaba más anotar y cuya defensa empezaba a languidecer. Los triples palentinos contra la zona leonesa generaron un empate a 34 en el descanso. Tras pasar por los vestuarios León salió con las ideas más frescas y durante unos minutos consiguió ponerse de nuevo por delante. Pero el acoso sobre Iker de la defensa visitante impedía cualquier ataque de León. Las protestas en la grada se hicieron más evidentes y tras unos pasos clamorosos de Gianella en una penetración que puso al Plasencia uno arriba el público optó por ponerse en pie para gritar: «fuera, fuera». La cuarta a Higgins en la jugada siguiente caldeó ya totalmente el ambiente y surgieron los pañuelos, que ya acompañaron buena parte de las decisiones de la pareja arbitral durante buena parte del partido, incluso cuando favorecían a León. Y es que el Plasencia vio como sus dos bases se ponían con cuatro personales a falta de doce minutos para el final. Había para todos, pero la guerra de nervios caía sobre León, al que cada vez se le hacía el aro rival más pequeño. El final del tercer cuarto llevó al equipo de Jareño a una guerra de individualidades que ayudó al Plasencia a lograr una renta máxima de siete puntos. León se sobrepuso pero cedió En el cuarto definitivo, el equipo visitante empezó conservando su renta. La defensa de León se estaba debilitando y cada canasta la sudaba mientras que las de rival llegaban con facilidad sangrante. Gianella volvió a la pista pero duró una jugada antes de irse con cinco faltas tras jugar tan sólo 10:34 en total. Algo fallaba en la pista. Paco Martín lideró una buena racha de León que generó un parcial de 8-0 que puso al equipo uno arriba. La defensa ganó enteros al verse con ventaja en el marcado y la grada impulsaba al equipo. Pero los eternos protagonistas regresaron a la pista y el partido volvió a desquicierse y llegó un final de esos eternos, en el León jugó mal un ataque y la respuesta del Plasencia fue un triple que le otorgó una ventaja que supo consolidar el base Sala desde los tiros libres. Al final nueva derrota León y en vísperas de viajar a la cancha del Bilbao el próximo viernes. El anunciado duelo de bases fue especialmente duro aunque Gianella apenas pudo jugar en León, ante su ex equipo que sacó la zona a la pista por vez primera en la Liga en casa. El equipo sigue en falta a sus americanos. Onyekwe sigue en su línea, pero Mosley no termina de encontrarse en la pista y a Higgins le persiguió el fantasma de las faltas como ya le había ocurrido en su debut en Gijón. Para el recuerdo sólo queda en León un partido especialmente intenso, jugado a un ritmo frenético y que acabó totalmente desquiciado.

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