Juanín celebra con nueve goles la renovación de contrato con León

Teucro, Pilotes Posada, Almería, y Barakaldo. La nómina de los equipos que tienen que pasar por el Palacio de Deportes antes del próximo día 1 de mayo, y la experiencia de lo ocurrido ayer en el santuario del ademarismo invitan a pensar que, al menos hasta la primavera, va a ser complicado ver un verdadero espectáculo de categoría con Ademar de por medio, si no es con televisión o volante mediante. Y no es que León ande sobrado de argumentos, la verdad. Yeray Lamariano entró en convocatoria, con Jorge Martínez en el siete inicial y con Kasper como llave para encauzar luego el partido, pero es que sin tres porteros, el equipo de casa andaba mal para llegar a la docena de nombres en el acta, y como no era cosa de vestir de corto al delegado de equipo, o similares, hubo que andar con soluciones al uso. Ademar ganó al Valencia. Ni mucho menos es la noticia del año. Un portero cubrió al otro cuando estuvo peor el tema, la defensa alternó fases de 6-0 y 5-1 con desigual resultado, aunque este equipo sigue estando confeccionado para pensar en el avanzado sólo como segunda opción, hubo buenos momentos en ataque, brillantes incluso en alguna acción esporádica, con Raúl Entrerríos correcto y Perales explosivo al 100%, Roberto terminó jugando incluso en el pivote, y desde las alas, sorprendió la efectividad de los dos titulares, Juanín y Krivochlykov, y pasaron el trago los dos restantes. Lo poco que podía dar de sí el partido murió bajo los efectos de un parcial 10-2 que dejó el asunto resuelto en 22 minutos (16-7). En cuanto Ademar empezó a rondar la decena de goles en la que se movió el final de partido, relajó los esfuerzos iniciales, que por momentos amenazaban una lluvia de goles sin parangón. De haber seguido el mismo acierto anotador de los primeros 7 minutos (7-5), las dos escuadras hubieran batido el récord de realización en un partido. ¿Y Juanín, qué? Casi que lo mejor del partido estuvo antes de empezar. El club reservó la presentación de su símbolo para el último lugar de la lista en la aparición de la plantilla en cancha, y el Palacio explotó en favor del canterano más famoso del balonmano local, que además agradeció el final de las diatribas en torno a su continuidad con un 9/13 bastante interesante. Jugó alegre, suelto, tranquilo, y en la línea de sus actuaciones positivas. No fue el de ayer uno de esos choques que levanta al público de sus asientos, pero sí pudo comprobar que la grada está con él. Lo ha pasado mal todo este tiempo. No es el tipo de jugador que le hace ascos a situaciones en las que el equipo pide un líder que se cargue el asunto al equipo, pero tampoco acababa de estar claro que se encontrara un punto de acuerdo en las negociaciones. El Valencia llegó a León y se fue como vino. Quedan lejanos ya los tiempos en los que el Avidesa o el Alzira hicieron grande al balonmano español. Con la sempiterna colaboración de Quique Andreu, sin Diego Moyano para sorpresa general y aderezado sólo en fases puntuales con la compañía de Sorrentino, la última perla que queda por vender antes de la liquidación, el asunto anda complicado a orillas del Turia. En las alcantarillas de la Liga no se vive bien.