León paga su debilidad con un 1-3 en el inicio de la segunda vuelta

Baloncesto León retorna hoy a los entrenamientos con una doble sesión para la que Ángel Jareño ya adelantó el sábado que habrá charla larga. Y es que el equipo sigue sin responder a los planteamientos de su técnico, que ha visto como León ha cerrado los primeros cuatro partidos de la segunda vuelta con un pobre balance de una victoria y tres derrotas, idéntico al arranque liguero del mes de septiembre. Y la próxima jornada no es precisamente de las que invitan al optimismo porque León deberá visita el viernes La Casilla bilbaína, una cancha de buenos recuerdos para los jugadores que continúan desde la campaña pasada -Martín Ferrer, Julio y Pepe Llorente-, pero en la que se encontrarán con una plantilla que está considerada como la mejor de la LEB. León vive una situación en la que se empiezan a enceder las alarmas porque exhibe una debilidad en la pista que se conlleva una irregularidad que se paga cara en el tanteador. Jareño lo ha repetido desde el inicio de la Liga. Cuando llega la temida «tapa en el aro» del rival el equipo se desangra en la pista y la defensa -eje clave para el equipo- se descentra. El sábado en el Palacio, en un tercer cuarto decisivo para recuperar el mando en el partido, el equipo sudaba y mucho para conseguir cada canasta, y el rival devolvía en pocos segundos los puntos, lo que generaba en los jugadores una impotencia que debilitaba cada vez más al equipo. Y es que la obsesión de Jareño con la necesidad de que la defensa sea rigurosamente seria no siempre se hace palpable sobre la pista. En el partido del viernes hubo una clave inevitable. León no supo dirigir su juego con los tiempos apropiados ni realizar una selección de tiro buena en canastas claves, cuando llegó el correcalles que daba ventaja al Plasencia y que se generó de la mano de una pareja arbitral que generó incertidumbre y ansiedad en los jugadores. El ritmo estaba revuelto y en esa situación la presión en el equipo de casa hizo mucha mella porque había urgencia para lograr la victoria y, como bien dijo Jareño en la sala de prensa, las victorias no se logran sólocon el corazón sino que la cabeza también es muy importante. La casta y la raza logran gestas pero sólo en determinadas condiciones. El viernes León visitará a un Bilbao que tampoco está en un buen momento, a pesar de los últimos refuerzos y de contar con la mejor plantilla de la LEB. El club vasco acumula cinco derrotas consecutivas fuera de La Casilla. Y es que en el Bilbao también se juega a rachas y esta circunstancia lleva dudas a la cancha que debilitan al equipo, que es incapaz de jugar sereno. Pero el equipo dispone de Hamilton, Sallier, Howard, Jorge García, Salgado, Lucho Fernández, Juanma Rodríguez, Maluenda, Sáenz de Ugarte... El viernes León tiene otro reto, de esos que gustan a Jareño.