De la vitola de los jóvenes a la cita más importante de la carrera para un nuevo mito

El manacorí recogió el guante y rubricó la jornada del tenis español con su victoria ante Radek Stepanek. Nadal, que el viernes se había convertido en el tenista español más joven en disputar la competición, no acusó la presión y sacó a relucir una madurez desconocida para su edad. El balear suplió su falta de experiencia con el carisma que le acompaña y que tan decisivo es en una competición como la Davis. Nadal, con un juego radicalmente opuesto al exhibido por Feliciano, construyó su tenis desde el fondo de la pista ante los ataques de un Stepanek, cada vez más desubicado dentro de la pista. El checo veía como disminuían sus opciones ante el buen hacer de Nadal que prácticamente hizo desaparecer los errores no forzados de su tenis y que se mostró sólido con el único «lunar del break» cedido en el séptimo juego del primer set, aunque antes el mallorquín ya había logrado una rotura en el cuarto. Además Nadal se reencontró con la fortuna en los «tie-breaks». El manacorí había cedido los últimos cinco desempates que había disputado, dos en el Open de Australia ante Lleyton Hewitt.