Sin hacer goles no se puede ganar

La Deportiva base su sistema de juego en el eficaz balance defensivo que convierte al equipo de Tomé en uno de los menos goleados de la categoría. Eso es positivo. Ahora bien, en fútbol es necesario meter como mínimo un gol para ganar un partido, dando por hecho que la portería propia quede a cero. Eso en la Deportiva, hoy por hoy, es casi misión imposible. Con el de ayer, son ya tres partidos sin marcar y, lo que es peor aún, sin llegar apenas a la portería contraria. El problema estriba en que no hay ningún jugador que desborde, que se vaya de su par, que sea capaz de poner un balón con eficacia desde las bandas. Si a eso se une, que tampoco hay delanteros con visos de rematar los pocos que llegan al interior del área, el panorama es sombrío. Javi Peña y Borja Ferrer pueden ayudar a remediarlo, pero el resto también cuenta, o debería.