Cara y cruz con bandera leonesa

JORNADA con suspense en los partidos Cultural-Zamora y Baloncesto León-Plasencia. Moneda al aire. Cara para la Cultural, cruz para Baloncesto León. Ademar tuvo en la vuelta a la competición, después del largo paréntesis motivado por el Campeonato de Europa, un partido fácil, tranquilo, signado por una victoria cómoda. Examen para el nuevo entrenador culturalista. Los aficionados acudieron al campo expectantes. Muchos pidiendo la alineación de Casquero, jugador que goza de plurales simpatías por su entrega. Aguiar, siempre de pie en la banda, demostró tener nervios templados, capacidad de concentración y visión del partido. Y eso que el examen no fue nada fácil. En principio todo se ponía prometedor por el gol tempranero de Adriano. Pero, en un despiste defensivo, empató el Zamora y entre los aficionados comenzó a propagarse un murmullo de desconfianza. Se adelantó sorprendentemente el Zamora y el partido tomó un cariz poco propicio para el debutante. Aguiar, siempre al borde del terreno delimitado por los entrenadores, supo maniobrar con rapidez y acierto. Salvó la baja del defensa Óscar en el descanso y acertó en los cambios siguientes, uno obligado por lesión de Paulino. Dio entrada a Casquero, calmando peticiones y rumores de los aficionados, y fue Rubén Suárez el jugador clave para la remontada. Gran jugada para propiciar el remate de Paulino y provocación de una falta peligrosa, bien sacada por Ivo y aprovechada por Soto en el barullo formado en el área, borrando de paso el fallo que propició el segundo de los goles zamoranos. Total, victoria recibida con satisfacción. Lanzas trocadas en cañas, y esperanzado desfile de los aficionados al final del encuentro. Se había salvado el resultado en un partido difícil y, con la victoria, consolidado la ventajosa situación en la tabla. Prueba salvada por Aguiar, a quien ahora esperan otros dos exámenes difíciles; fuera contra el líder Atlético B, y en casa contra el Mirandés. Dos partidos que pueden afirmar y confirmar a la Cultural en los lugares de premio. Por cierto, Duque no tuvo en Almería, el debut afortunado de Aguiar en el Amilivia. Baloncesto León sucumbió, en un final de infarto, ante el Plasencia. Llevó ventaja durante minutos que abrieron la puerta de la esperanza, después de una gran remontada, pero al final cedió ante el buen hacer del Plasencia, perdiendo en los últimos minutos del partido. Tropezón relativo, que hace retroceder al equipo local en sus pretensiones de estar al final entre los cuatro primeros, muy importante para la ulterior disputa del playoff de ascenso.