Diario de León

Para Robin los franceses no ganan porque no se dopan

El galo afirma que «He empezado a sentir vergüenza ya que nos señalan con el dedo»

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efe | parís

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El ciclista francés Jean-Ciryl Robin, del equipo fdjeux.com, afirmó que hay una gran diferencia entre los corredores franceses y los de otros países porque la mayoría de los primeros no se dopan, a diferencia de los otros. «Creo que en Francia el 70 u 80 por ciento de los ciclistas han comprendido y juegan el juego (...) pero sospechamos cuando vemos a un corredor (extranjero) hacer un número increíble en una carrera», afirmó el ciclista al diario France Soir . Robin, bronce en el Mundial en línea de 1999, aseguró que los ciclistas franceses se limitan a correr las pruebas de la Copa de Francia, donde el nivel es más bajo porque hay menos dopados. «Hay muchachos que no hacen trampas porque han tomado conciencia del problema y otros que continúan y eso crea dos niveles diferentes», dijo. Robin señaló que las últimas revelaciones del «caso Cofidis» muestran que el ciclismo está «peor que en 1998», cuando apareció el «caso Festina». «He empezado a sentir vergüenza de ser corredor. Al igual que tras el caso Festina nos señalan con el dedo, nos tratan de dopados o de drogados desde los coches», aseguró. El ciclista apuntó también a la responsabilidad de los organizadores de pruebas y, en particular, el Tour de Francia, y reveló una conversación con el director de esta carrera, Jean-Marie Leblanc. «Hablé con él sobre el dopaje y, al día siguiente, declaró en la prensa que los corredores franceses solo eran llorones y que no sabían entrenarse», afirmó. En cuanto a las modalidades del dopaje, Robin aseguró que «hay ciclistas que se apañan por si mismos», pero junto a ellos hay un «dopaje de alto nivel, de alta gama, que es el que nos reserva el futuro». Suicidio o estupefacientes Franco Battaglino, fiscal jefe de Rimini, lugar donde falleció Marco Pantani, afirmó ayer que «no sería una sorpresa» que el ex ciclista hubiera muerto por suicidio o por el uso de sustancias estupefacientes. «No sería una sorpresa que se hubiera suicidado porque se trataba de una persona con una fuerte crisis y, por tanto, ello es posible. Pero, por otra parte, se cuenta que era una persona muy fuerte y con deseos de vivir. Por tanto, la hipótesis de suicidio no está confirmada», dijo el fiscal Battaglino, en la misma Fiscalía de Rimini. El fiscal jefe Battaglino, asimismo, dijo que «tampoco sería una sorpresa si la muerte hubiese sido consecuencia del uso de sustancias estupefacientes».

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