León duerme a 35 kilómetros de la sede del Aracena-Ponts
Baloncesto León inicia hoy viaje hacia una de las citas más peculiares de la LEB. El equipo de Ángel Jareño tiene que visitar al Aracena-Ponts, un singular club con un dueño Julio Gálvez, que fija su sede según su interés. El equipo recibe el nombre de Aracena por ser la localidad natal en Andalulcía de los padres de Galvez, pero esta temporada como la anterior tiene su sede fijada en la pequeña población de Ponts, ubicada en el Norte de la provincia de Lérida. En Ponts no existe ni siquiera un hotel para albergar al equipo, por lo que León deberá hospedarse esta noche en Lérida, a unos 35 kilómetros de la localidad en la que al día siguiente deberá jugar el partido. Además, el Aracena-Ponts dispone de un pabellón, el más pequeño de la categoría, con una capacidad máxima de mil personas. Última sesión Mientras, la plantilla leonesa, tras descansar el jueves ayer se reencontró con la pista en una doble sesión preparatoria para jugar mañana en Ponts la segunda cita de esta semana. El equipo viaja hacia la pista del Aracena con todos los efectivos disponibles y con el buen sabor de haberse reencontrado con la victoria. Pero en la expedición existe respeto hacia el rival, porque sus singulares condiciones extradeportivas no impiden que disponga de una buena plantilla, a la que la llegada de Derrel Washington le ha otorgado un salto de calidad importante en el perímetro. En el próximo rival juega Joan Peñarroya, un viejo conocido de la afición leonesa, junto a varios jugadores con experiencia como Quique Moraga o Kerry Blackshear. El club es uno de los que más cambió su plantilla a lo largo de esta Leb y aunque sigue como colista su mejoría le está otorgando oxígeno tras permanecer descolgado.