El Celta recibe un castigo excesivo a su esfuerzo y su actitud valiente (2-3)
El Arsenal avanza firme hacia los cuartos de final al aprovechar mejor sus oportunidades
El Celta hizo un buen partido frente al Arsenal, pero perdió y tiene casi imposible su pase a cuartos de final. Dos acciones de Edu y una jugada culminada por Pires hicieron inútil la entrega de un conjunto vigués que no tuvo la necesaria dosis de suerte para lograr un resultado más justo. La presión de ambos equipos en los primeros minutos impidió las fácil maniobrabilidad de unos y otros. El campo tampoco ayudaba demasiado a la circulación del balón, por lo que tanto gallegos como londinenses prefirieron tomárselo con cierta calma, guardando la posición defensiva y con escasa proyección ofensiva. De todas formas, si alguien lo intentó desde el inicio fue el Celta, sobre todo gracias a la rapidez con la que robaba el balón y que en ocasiones le permitía acciones de superioridad numérica por banda. Pero los vigueses no pueden escapar a sus eternos errores defensivos y en uno de ellos llegó un tanto del Arsenal, que hasta entonces no había aparecido. En un lanzamiento de falta lateral, dos jugadores visitantes se encontraron solos para rematar y uno de ellos, Edu, tras un rechace, envió el balón al fondo de la red. Por si fuera poco, en la acción Cavallero recibió un golpe en el rostro, que obligó a parar el partido durante unos minutos. Antic reclamó a los suyos que no cayeran en la precipitación, pero el Celta tampoco tuvo tiempo para pensar en su mala suerte, porque no tardó en llegar el empate. El conjunto inglés mostró también su debilidad y en otra acción de falta, otro Edú, él del Celta, envió de cabeza el balón lejos del alcance de Lehmann. El equipo celeste respiraba y podía permitirse recuperar la pausa en el encuentro. La presión arriba de los vigueses ahogaba al Arsenal, que perdía la pelota en zonas complicadas. La circunstancia era aprovechada por Mostovoi para meter buenos balones. El único problema para los de Antic llegaba cuando los británicos superaban la línea de tres cuartos local. En esa situación, la zaga mostraba todas sus dudas y cualquier movimiento de Henry, Reyes o Pires sembraba el pánico en la grada. Con todo, tanto Celta como Arsenal prefirieron darse cierta tregua antes del descanso. Los locales pudieron adelantarse en el marcador nada más reanudarse el partido, pero el cabezazo de Mostovoi lo repelió el larguero. El ruso remató un centro de Edú, que en la segunda parte pasó a la banda derecha para explotar la fragilidad de Clichy. La acción dio paso a unos minutos de total dominio local, aun a riesgo de descuidar en exceso la retaguardia. El Arsenal se encomendó al contraataque, opción válida a la vista de los espacios dejados por el Celta, como se demostró en un doble disparo de Reyes y Henry, previa a la acción del segundo tanto visitante. Nuevamente Edu, esta vez en una acción de calidad, adelantaba al Arsenal y castigaba en exceso a un conjunto vigués, que hacía un buen partido. El Celta volvió a sobreponerse y empató de nuevo en un saque de esquina. José Ignacio aprovechó un rechace y devolvió la alegría a unos aficionados satisfechos con el juego de su equipo. El tanto abrió más el partido, en un duelo de ataques contra vulnerables defensas que permitía ocasiones para ambos equipos. Por desgracia para el Celta, en el intercambio de golpes salió a relucir la calidad del Arsenal, que hizo el 2-3 en una acción gran acción culminada por Pires.