Cerrar

Una cantada «galáctica» de Kahn aguanta al Real Madrid en Europa (1-1)

El meta bávaro se tragó un disparo de Roberto Carlos que deja todo a expensas de la vuelta

Publicado por
Guillermo Ibáñez - múnich
León

Creado:

Actualizado:

El error más grave de Oliver Kahn en su dilatada y brillante carrera permitió a un mediocre Real Madrid conseguir un magnífico resultado en el Olímpico de Múnich, donde por primera vez en sus ocho visitas oficiales no cayó derrotado. Cuando el merecido gol de Makaay parecía dar el triunfo parcial al Bayern, a la espera de un grandioso partido de vuelta en el Bernabéu, llegó una falta lejana, un disparo normalito de Roberto Carlos y una cantada histórica de la «bestia» Khan. A sus 34 años y tras sufrir quince inyecciones en las horas previas para soportar sus dolores en su espalda, Kahn se hizo un tremendo lío con el balón entre sus piernas y sus brazos hasta que lo vio dentro de su portería. Increíble pero cierto. El madridismo, que nunca mantuvo buena relación con este portero, ya puede hacerle un monumento. Hundido, Kahn arrojó sus guantes al césped cuando se retiraba hacia los vestuarios. Que la primera llegada con cierto peligro del Real Madrid se produjera en el minuto 44, a través de un tiro en semifallo de Ronaldo que atajó el Kahn, entonces seguro, dejó bien a las claras la pobretona imagen de los blancos ya en el primer período. Pese a su indudable superioridad técnica, los de Queiroz jugaron atenazados, agarrotados, nerviosos, un adversario que vive una mala etapa, pero al fin y al cabo sigue siendo un grande de Europa y en el Olímpico muerde. Desde el primer instante, mejor dicho desde que se conocieron las alineaciones, con un central como el argentino Demichelis convertido en medio centro, se comprobó que la misión de los bávaros era evidente: esperar al Real Madrid con muchos jugadores por detrás del balón, intentar robar y salir con enorme rapidez al contragolpe. Por su puesto, aprovechar también la mínima oportunidad a balón parado, toda vez que tradicionalmente los merengues se arrugan cuando el adversario le bombardea a base de pelotazos. Con el balón inicialmente en su poder y el oponente esperándole, al Madrid le entraron las dudas, sobre todo al ser el primer partido. No supo muy bien si atacar para matar cuanto antes a un Bayern acogotado por los malos resultados o no caer en lo que podría ser una trampa. Y al final se perdió con muchos toques estériles de balón en zona sin peligro, que no se vieron acompañados ni de desmarques arriba ni de especial atención en los detalles defensivos. Con su falta de contundencia en todas las facetas del juego y ciertas distracciones en jugadas tan previsibles como un saque de banda, el Madrid permitió que el Bayern de creciera de forma paulatina. Menos mal que Helguera fue un valladar y que siempre quedará Casillas, el tipo que vive en su sitio. Makaay pareció dar la justicia, pero Kahn actuó de gran aliado madridista.