León suma un triunfo vital a base de mucha fe tras un inicio nefasto
El equipo tardó en exceso en cerrar la defensa y sólo en el último cuarto superó al Huelva
Baloncesto León ganó. Es lo único que debe quedar para el recuerdo del partido de anoche. Y como mucho, las ganas y la fe de un equipo que tras un inicio nefasto fue capaz de ir poco a poco recomponiéndose en la pista para llegar al final con opciones. El Ciudad de Huelva probó en la pista que su clasificación es engañosa, como se había aventurado, y en la pugna de banquillos Quim Costa consiguió un mejor inicio para los suyos. Anoche hubo dos tiempos. El primero para Huelva y el segundo para León. Pero lo que se dice juego, muy pero que muy poco. Ayer no se jugaba el partido canasta a canasta sino error a error, y es que el precedente de la ida en el Huelva-León ya había marcado récords de partidos feos. Y anoche se pudo ver en el Palacio la segunda parte. Y es que el inicio de León no pudo ser peor. Cinco errores consecutivos en ataque -la mayoría no forzados- llevaron al Huelva a irse con un parcial de 0-10. El Palacio veía como la defensa del rival noqueaba plenamente al equipo que tardó casi cuatro minutos en conseguir su primera canasta. Un tiempo muerto permitió a León despertar para empezar e meterse en el partido. Pero Isaac López estaba lanzado desde la línea de 6,25 y su tercer triple llevó a Jareño a mover el banquillo. El Huelva vivió un partido de permanentes rotaciones, por lo que en pocos minutos ya no quedaba casi nadie del quinteto inicial en la pista. Pero si el acierto del Huelva en los triples era notable, León despertó también en su tiro -ante el total dominio de las zonas por el rival- y con una serie de tres limó la renta del equipo visitante hasta los cinco puntos. Iker, con diez puntos en el primer cuarto, lideraba la anotación del equipo. En el segundo cuarto, Jareño puso en la pista a Onyekwe y Mosley juntos, pero los problemas en ataque para solventar la buena defensa del Huelva eran evidentes, lo que llevó de nuevo la ventaja visitante a los diez puntos. Jareño optó por cambiar de base y aunque León se iba centrado más la ventaja no bajaba en ningún momento de los cinco puntos. Cada atisbo de aproximación de León era castigado por el Huelva, que anotaba con plena facilidad a través de buenas asistencias bajo el aro. Las defensas se imponían y aparecían también las zonas, mientras pasaban los minutos y el partido se convertía en un correcalles que generaban una pugna de continuos errores antes de irse al vestuario. Al descanso, los seis puntos de desventaja invitaban al optimismo. Si León, al que no le salían nada, seguía en partido, con un poco de acierto las cosas podían cambiar. El tercer cuarto arrancó con un ataque en el que Huelva logró dos rebotes ofensivos consecutivos que llevaron de nuevo el temor a la grada. Pero León descubrió a Higgins y con asistencias se le otorgaron una opciones que no desaprovechó. Y cuando más lo necesitaba el equipo, a Paco Martín no le tembló el pulso para jugarse un triple. Como ya había ocurrido en el primer cuarto, esa jugada marcaría el despertar del equipo, que se había puesto tres abajo. Pero un tiempo muerto del Quim Costa dio oxígeno a su equiop, que recuperó los seis puntos de ventaja. Y Jareño se la jugó a los postes altos, y puso en pista a Mosley, Onyekwe y Martín Ferrer. La defensa mixta de León empezaba a dar sus frutos, y el técnico puso en pista a los dos bases. Con tres altos y dos bajos, Jareño encaró la recta final del tercer cuarto y llegó el primer empate a 51 puntos. La pugna en las zonas era máxima y Onyekwe despertó en el momento clave para otorgar a su equipo las primeras ventajas. El cuarto definitivo arrancó con empate a 59. Estaba todos por decidir y el inicio de León tampoco invitó a la esperanza al estrellarse dos veces consecutivas contra la zona del Huelva. El partido entró en un intercambio de canastas y de errores, con continuas rentas mínimas. Y en los cinco últimos minutos la fe en sus posibilidades dio vida a León. La defensa se volvió a centrar y el equipo aprovechó mejor sus opciones. Mientras los de Jareño no erraban ningún tiro libre al Huelva le temblaba la muñeca, lo que permitió a León ir abriendo ventaja a su favor hasta alcanzar los seis puntos. El Huelva presionó hasta el último instante pero fue en vano, porque León supo jugar bien sus balones, mientras la Peña El Tambor hacía sonar «Paquito chocolatero» y la grada vibraba con el equipo. Un fuerte abrazado de Paco Martín y John El Gordo Williams -ex compañeros en Forum- cerró un partido en el que lo único para recordar es el resultado. León echó en falta a varios de sus jugadores en un partido en el que sólo estuvo tras el descanso.