Beckham se preocupa por su baja efectividad en las faltas directas

David Beckham lleva varias semanas preocupado. El que para muchos es el mejor lanzador de faltas del mundo sólo ha anotado tras seis meses de competición un gol en Liga contra el Málaga, otro en la Liga de Campeones contra el Olympique de Marsella y uno más en la Copa del Rey frente el Leganés. El centrocampista inglés del Real Madrid lo sabe y no tuvo problemas hace una semana en reconocer que le incomoda la situación. «En España no se consigue tener la barrera a la distancia adecuada. Me entreno en esta faceta lo mismo que cuando era joven. Después de los entrenamientos me quedo media hora practicando», comentó. También lo achacó al poco tiempo del que dispone para entrenarse. Algo lógico, pues el Real Madrid, desde que comenzó este año, tan sólo ha disfrutado de catorce días de entrenamiento si se descuentan los de recuperación posteriores a partidos de Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones y sesiones la víspera de dichos encuentros. Por eso, ayer Beckham, en el primer entrenamiento de la semana (disfrutaron de dos días libres), dedicó cerca de treinta minutos para ensayar lo que mejor sabe: lanzamientos desde la frontal del área. Su pegada en faltas a balón parado no es casualidad. Lleva ensayando muchísimos años. Empezó con siete años en el parque de al lado de su casa, Chase Lane Park. Cambiasso acepta su marcha El centrocampista argentino del Real Madrid Esteban Cambiasso destacó ayer que, aunque nadie del club se ha puesto en contacto con él para confirmarle su intención de no renovar su contrato, que expira el próximo mes de junio, entiende que no seguirá en la entidad, aunque eludió criticar el trato recibido o la falta de oportunidades. «Del club nadie ha hablado conmigo, pero hay silencios que valen más que mil palabras y que renueven a gente a la que le quedan cuatro años de contrato y a mí, que estoy al límite, no..., mi inteligencia da al menos para saber que no quieren contar conmigo para la temporada que viene», destacó. Asegura que no le da «envidia» que se amplíen los contratos de Zidane o Ronaldo y elude cualquier declaración altisonante. «Es lógico que el club se plantee el futuro y que yo, en mi situación, estudie mis posibilidades», dijo.