«Voy aprendiendo a recibir zarpazos y además, ya he conseguido el primer objetivo»

Sergio Gallardo tuvo un feliz debut en los Mundiales bajo techo: pasó a la final de 3.000 con la mejor marca de su vida (7:48.27). «Nunca me pongo nervioso, sólo estaba un poco preocupado porque la carrera iba lenta. Pero no he tenido que quemar las naves. También tuve un encontronazo, con el ucraniano Lebid, pero al final le he pasado. Ya vamos aprendiendo a recibir zarpazos», afirmó Gallardo, que presentaba, como Penti, una herida en la pierna. Para la final de hoy, el berciano piensa que los dos españoles tienen intereses diferentes. «Somos incompatibles. Él (Penti) es muy rápido y a mí me interesa una carrera a ritmo, pero hablamos. Somos compañeros de habitación y si no lo hacemos, malo». Para Gallardo el objetivo está cumplido: «lo primero era estar en la final y luego quedar lo más adelante posible. En el peor de los casos, ser el duodécimo del mundo no está mal». «Penti» recuperó a un tiempo su chispa física y verbal cuando estuvo a punto de rodar por los suelos tras sufrir un empujón del holandés Gert-Jan Liefers cuando el español intentaba tomar la cuerda para afrontar la última vuelta. «Si me descalifican, lo mato aquí mismo», afirmó Penti instantes después de la carrera, justo cuando su adversario se acercaba a él por detrás para pedirle disculpas.