El Madrid se queda sin el triunfo en la Liga y sin Ronaldo en Europa

El Real Madrid, con una actuación muy discreta en El Sardinero, sólo pudo sacar un punto ante el Racing, aunque a esa mala noticia se sumó otra peor, ya que perdió a Ronaldo debido a una lesión muscular que impedirá al brasileño jugar el próximo miércoles contra el Bayern de Múnich en el Bernabéu. Ronaldo, que se autodescartó para el miércoles, se tuvo que retirar cojeando en el tramo final después de sufrir un tirón en su muslo izquierdo, posiblemente una rotura fibrilar que dejará al Madrid sin el mejor delantero del mundo en un partido vital para continuar en la 'Champions'. Tampoco acabó el partido Mejía, que tras ser desbordado por Regueiro durante todo el choque fue expulsado en la prolongación de un igualado duelo en el que el líder, incapaz de superar la defensa cántabra, se quedó sin victoria por un error a balón parado. Ese error de la zaga tras un saque de falta, culminado por Casillas, le costó al Madrid el empate muy poco después de que Solari hubiese adelantado a los blancos en unos momentos de dominio blanco, aunque fueron los únicos de la primera parte para los visitantes. El gol del Madrid llegó en su primer disparo a puerta, aparte de los dos tantos que le fueron anulados a Ronaldo por fuera de juego. En esta ocasión, Zidane también estaba en posición incorrecta, posicional, y dio el pase de gol a Solari, pero aunque subió al marcador, el Madrid no tuvo tiempo para disfrutarlo, ya que volvió a fallar por alto en una falta y Benayoun no desaprovechó las dudas de Casillas en la salida. Al menos el Racing se llevó ese premio después de haber creado hasta cinco claras ocasiones de gol en un primer tiempo en el Regueiro, como era previsible, arrolló con su velocidad y regate al canterano Mejía, que fuera de sitio, desde el pitido inicial sufrió como le ocurrió a Pavón a Sevilla como lateral derecho. Pero sus compañeros en la defensa liderada por Helguera también fracasaron ante un Racing que impuso un fortísimo ritmo en el inicio y hasta poco antes del 0-1 le dio un repaso de velocidad, toque, motivación y colocación al Madrid, que no sujetaba nunca a los delanteros del conjunto cántabro. A los visitantes también le faltaron mucha profundidad arriba, y el Racing acusó puntería y le sobró Casillas, que volvió a ejercer de salvador madridista. Estático y sin ambición Así ocurrió de nuevo nada más arrancar la segunda parte, cuando Regueiro se burló otra vez de Mejía y se plantó solo ante Casillas, para que Iker impidiese un segundo gol que podría haber sido definitivo. Porque a pesar de que al Madrid debía luchar por el triunfo, el equipo de Carlos Queiroz no sólo no fue con ambición a por el partido, sino que se dejó achuchar durante muchos por un Racing que no dejaba de presionar arriba y provocó muchos nervios en el Madrid, como se demostró en el enfrentamiento que tuvieron Casillas y Raúl Bravo. Aunque el Madrid recuperó por fin el balón, Beckham y Guti no carburaban, estaba excesivamente espeso y estático arriba, y únicamente daba algún aviso esporádico con remates desde lejos sin ningún éxito. Pese a la insistencia de un Figo que intentó levantar a su equipo con regates y centros al área, los madridistas no creaban ninguna jugada de peligro y la defensa cántabra siempre salía victoriosa. El gol del Madrid pudo llegar tras la retirada de Ronaldo si Ricardo no hubiese respondido a un gran disparo de Figo o Medina Cantalejo hubiese señalado penalti de Juanma a Núñez, pero prefirió hacerse el sueco. No ocurrió así al final, cuando se excedió con Mejía al mostrarle la segunda tarjeta que le costó la expulsión.