Tarea de Fernando Alonso y Montoya
LA CONTUNDENTE victoria del alemán Michael Schumacher y su Ferrari en de Australia ha sido un jarro de agua fría para los pretendientes a su herencia, Fernando Alonso y el colombiano Juan Pablo Montoya. Después de que el año pasado la oposición tuviera contra las cuerdas a Schumacher, parecía que este año iba a ser el definitivo para terminar con su reinado, pero lo que se han encontrado en Australia ha sido un piloto tan motivado como el primer día y un coche, que de momento les saca un segundo de ventaja. Alonso sigue creciendo como piloto y en Australia ha sido el único que aguantó el ritmo de los Ferrari sin descolgarse demasiado y completó la carrera sin cometer el más mínimo error. Su salida fulgurante, en la que no dudo salirse a la hierba para superar a Montoya, su decisión al abordar la primera curva y su ritmo endiablado le sitúan por encima del resto. El punto de referencia, su compañero Trulli, que en los entrenos se mostró como un especialista, le cedió seis décimas de segundo y cuatro puestos en la formación de salida y en carrera cedió al empuje de los Williams de Ralf Schumacher y Montoya. En su última temporada en Williams, antes de pasar a McLaren, Montoya no estuvo afortunado y el quinto puesto que consiguió tras los Ferrari, Alonso y su compañero Ralf, no es lo que esperaba. En las sesiones de entrenamientos, perdió demasiado tiempo buscando los reglajes para que el coche fuese competitivo y cuando llegó el momento de abordar la sesión de clasificación era ya demasiado tarde para competir con los Ferrari. Luego en la carrera, el adelantamiento de Alonso terminó fuera de la pista y eso condicionó el resultado final, obligado a remontar y terminar por detrás de Ralf. En la primera carrera con las nuevas normas la superioridad de Schumacher y Ferrari ha sido insultante, mejor tiempo en todos los entrenamientos, en clasificación, vuelta rápida en carrera y victoria, esta ha sido la carta de presentación del alemán, dispuesto a conseguir su séptimo mundial. Si el pasado año después de tres carreras sólo tenía ocho puntos, esta temporada ya ha impresionado a sus rivales. Kimi Raikkonen fue el pasado año el que más difícil puso al alemán el título, y este año esperaba, cuando menos, hacer lo mismo, pero por los derroteros que ha entrado McLaren, su tarea parece más difícil que la de Alonso y Montoya.