Diario de León

LUCHA LEONESA 2000

Imaginación, eficacia, calidad

Publicado por
MARRO
León

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ANTES de entrar en materia deportiva-luchística acotación en relación con las ya inmediatas elecciones generales. Candidato al Congreso por la UPL Abel Pardo (con quien por cierto este columnista ha tenido ya algún desencuentro de fondo y de formas): «es escandaloso que algunas federaciones centralicen desde Valladolid el deporte leonés (...) nuestro deporte señero, la lucha leonesa, tiene que dejar de ser un apéndice de una federación de Castilla y León y conseguir nuestra propia federación de lucha leonesa». Candidatura esta, por cierto, encabezada por dos destacados deportistas leoneses. De mucho más alcance que el grandiosismo y pretenciosidad de los partidos centralistas- autonomistas («qué pinta ese trapo a cuadros/ que porta ese luchador/. Es una trágala, hijo/ no va nada con León/. Atada a un palo la he visto/ estampada dos a dos/. Unas veces por despecho/ otras veces por pudor/ atada está que no izada/ que la sirva el servilón». Del cancionero popular...); el PSOE prometiendo su pretencioso Palacio de lucha leonesa en San Andrés y el PP presumiendo de su no menos pretencioso y autonómico coliseo de Riaño (Para una vez al año). Y es que los leoneses tenemos - seguiremos teniendo- lo que nos merecemos. Y no lo decimos en clave luchística, que es sólo un símbolo... y un síntoma. Pero un síntoma bastante ilustrativo y revelador. La leonesidad es un sentimiento, que no otra cosa es el simbolismo de la lucha leonesa/ lucha por León. Un sentimiento nada más... y nada menos. Un sentimiento, además, de agravio, (comparativo) y frustración. Para el que la última esperanza está puesta exclusivamente en el relevo generacional, a la vista del fracaso en clave leonesa de nuestra actual generación. Relevo y superación tanto de la seudoprogresía intelectualoide como de los renegados de la leonesidad: de la lucha leonesa/ lucha por León. Dicho esto -que diría el convencional político de turno-, centrándonos ya en el temario central de hoy y remitiéndonos a titulares, «arranquemos con imaginación». Que, aclaremos, imaginación no equivale a arrasar o simplemente romper con todo lo anterior; Más bien partir de lo hecho -bien hecho- y no necesaria y rompedoramente partir de cero. Para, entre otras cosas, empezar al casa por el tejado cual se pretendía con el ejemplo -por mal ejemplo- con el denominado y ya recurrente desde esta columna «Centro de tecnificación y alto rendimiento para luchadores de élite»: destinado, consecuentemente, con tan pretenciosa denominación, a «Tecnificar y elevar rendimientos» en los corros a os ganapremios/ ganasiempre y para no competir en otras variantes de Lucha «y tecnificables». Eso es pasarse de imaginación: tan imaginativo que se convierte en iluso y absurdo. Se trata de un ejemplo tan sólo y que nos lleva a incidir en que se ha de empezar a aplicar la imaginación por lo cimientos (los rudimentos de la rudimentaria lucha. actual), por lo inmediato, por lo acuciante (puesta en escena, acercamiento a la Universidad, estructuras e infraestructuras etc.). «Lo bueno es el enemigo de lo mejor», pero teniendo muy presente que la imaginación representa la proyección de futuro en la lucha Eficacia, manifestada en algunos casos a través de la previsión y en otros de la responsabilidad. En invierno, acciones preventivas según la jerga política -política internacional- el uso. Gestión de esponorización, con instituciones, con colaboradores varios: poniendo las bases estructurales indispensables y de soporte. En otro orden de cosas, ¿se puede permanecer impasible ante el cúmulo de lesiones/ indisposiciones y consecuentes abandonos de la práctica de la lucha? Despreocupación e irresponsabilidad se llamaría la figura. ¿Y la ineficacia para salvar una situación como la de la categoría de pesados cayendo hasta 6/5/4... inscripciones? ¿Y la decena escasa de teóricos clubs y otras tantas teóricas escuelas de lucha, con tan sólo 2 ó 3 funcionando operativamente como tales?

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