El pleno

TRES VICTORIAS. Jornada completa para los equipos de la capital. Fáciles, como estaba previsto, para Baloncesto León y Ademar que jugaban a favor de cancha y ante equipo que viajan por la cola de las respectivas competiciones; deseada, pero nada fácil, por jugarse en terreno contrario y ante un buen adversario, la de la Cultural en Talavera. Un pleno de aciertos que consolidan posiciones de los tres equipos y, después de una marcha dubitativa, abren la esperanza para la Cultural. Aunque fue el partido último en jugarse, hay que darle prioridad en el comentario, por lo que puede suponer para el futuro, si se confirma el buen camino tomado por el equipo. Victoria laboriosa, que no llegó hasta las postrimerías del encuentro, pero que, en cuanto a merecimiento, tenía que haberse plasmado en realidad bastante antes. Porque la Cultural jugo más y mejor que los talaveranos y bien mereció un triunfo más amplio, sin angustias de última hora. Lo importante era sumar los tres puntos y romper la mala racha. Los goles se niegan a subir al marcador, pero en definitiva el triunfo es lo que cuenta sea por un gol y llegue por goleada. Ganar y ganar es lo que vale; el lema y el camino que marcan y se han marcado muchos entrenadores, entre ellos Terrazas, el técnico del Burgos, que dio un tropezón colosal, en casa y ante el conquense. Nada más y nada menos que un 1-5 adverso. Este tropezón favorece a la Cultural, como también resulta favorecida por otros resultados. Y se encuentra en esa deseada posición de depender de uno mismo, sin importar lo que hagan o dejen de hacer otros. Excelente situación que hay que cuidar con el esmero de sucesivas victorias. Por lo pronto, está situada en el segundo lugar aún teniendo, talmente pisando los talones, a Mirandés y Burgos, en tanto el Madrid B pierde posiciones, como la Ponferradina. Es cierto que el Mirandés tiene un partido menos jugado, no así el Burgos al que tiene que pesarle, como losa ciclópea la derrota sufrida en su propio campo ante el Conquense. El domingo toca ganar, ante El Toledo, equipo de mal recuerdo en los avatares culturalistas por lograr el deseado ascenso. El equipo que nos dio y nos quitó, en la lotería de la liguilla hace tres temporadas. Ganó la Cultural con autoridad en la Ciudad Imperial y, de forma inesperada, perdió el tren del ascenso en el Amilivia ante el mismo equipo. Un solo tiro a puerta de los toledanos, desde casi el medio campo, ejecutado por el leonés Carpintero, nos dejó sin la novia del ascenso. Cosas y casos del cambiante fútbol.