La Real mejora su imagen, pero cae al carecer de gol ante un sólido Olympique

La Real Sociedad puso punto y final a su aventura en la Champions League al ser nuevamente derrotada por el Olympique de Lyón. Durante una hora, y con el llamado trivote en el bando guipuzcoano, los de Denoueix soñaron con la proeza. En cuanto el técnico francés de la Real optó por el clásico 4-4-2, el Olympique se mostró superior y se acabó el sueño. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos -49 reales, dado que el juego estuvo parado durante 4 minutos por la lesión del portero del Olympique-, pareció que la Real iba a ser capaz de lograr la proeza de remontar la ventaja obtenida por el equipo francés en el partido disputado en Anoeta. El trivote planteado por Denoueix -con Xabi Alonso, Aranburu y Alkiza- pareció atragantársele al Olympique. Los donostiarras robaban fácilmente el balón, pero la gran acumulación de jugadores en la zona central del terreno de juego, hizo que a los de Denoueix les costara una enormidad llegar a las inmediaciones del área francesa. También contribuyó negativamente el que Xabi Alonso no estuviera nada afortunado a la hora de pasar. Lo cierto es que la Real dominaba el balón, no se sabe si porque estaba siendo superior o por el hecho de que el Olympique con ventaja en la eliminatoria se dejaba querer en busca de alguna contra que resolviese su pase a cuartos de final. Pero los de Denoueix apenas inquietaron a Vercoutre -sustituto del lesionado Coupet-. Únicamente Alkiza, en un disparo desde el borde del área superada ya la media hora de juego, estuvo cerca de lograr el gol que igualara la eliminatoria. Cuando toda la afición guipuzcoana cantaba el tanto del donostiarra, el balón se marchó fuera junto al palo derecho del guardameta lyonés. Tampoco Gabilondo, ya en la prolongación de esta primera mitad fue capaz de aprovechar un buen pase de Alkiza. Durante toda la primera parte, el guardameta Alberto sólo vio inquietada su meta en dos ocasiones. La primera en el minuto 13, cuando el cancerbero de Irún cerró excelentemente una internada de Govou, tras una buena contra llevada por el brasileño Junihno. Después detuvo con algún que otro problema un disparo desde el borde del área de Essien. La Real dio vida al Olympique En la reanudación, una auténtica lucha de los donostiarras contra el reloj, se intensificó aún más si cabe el dominio territorial y del balón de los de Denoueix. Pero al igual que en la primera mitad, abundaron las imprecisiones y los errores en el pase. Ante esta tesitura, el técnico francés de la Real se decidió a quemar sus naves y optó por volver al clásico realista 4-4-2 sacando al terreno de juego a Nihat y a Javi de Pedro. Lo que pareció una clara apuesta de la Real por poner coto a la meta de Vercoutre, dio la impresión de volverse en contra de los interés guipuzcoanos. Los jugadores de Paul Le Guen se soltaron del apretado corsé del trivote y comenzaron a disfrutar más del partido. El centro del campo no estaba ya tan congestionado; Juninho ya no tenía un hombre continuamente encima y el dominio de la Real fue traspasado al Olympique. Gracias a Alberto, que sacó con el pie un balón a Luyindula en el minuto 71, la Real continuó con el 0-0 inicial. A continuación fue Essien quien cabeceó ligeramente desviado una falta botada por el brasileño Juninho. También pudo Xabi Alonso, en el minuto 75, igualar la eliminatoria para la Real, pero su perfecto cabezazo a la salida de un córner fue sacado bajo palos por Deflandre con el meta lyonés ya batido. Inmediatamente después, y para disipar cualquier duda sobre quién se clasificaba para cuartos de final, Juninho adelantó al Olympique. Al igual que había ocurrido hace quince días en Anoeta, fue la propia Real Sociedad la que dio vida a un Olympique que defraudó durante la primera hora de partido. En cuanto los de Denoueix le dieron cierto margen de maniobra, los franceses se mostraron igual de superiores en ambos partidos.