El árbitro pasó desapercibido

EN UN ENCUENTRO carente de dificultad, debido a la claridad del resultado desde los primeros minutos, el colegiado asturiano Espiñeira Pello ni tuvo dificultades en la dirección del choque ni se las buscó. Ésta es su segunda temporada en la categoría, siendo uno de los pocos «talentos» que se salvó del descenso el año anterior, quedando clasificado en la zona media, lugar merecido. El árbitro mantuvo una excelente preparación física. Perfecto en sus gestos. Cometió escasos errores en la señalización de las faltas, pudiendo aplicar en alguna ocasión más la ley de la ventaja. Espiñeira Pello debería intentar ganarse el respeto de los jugadores con una mejor actitud sobre ellos. En ocasiones, se comporta de manera prepotente. Acertó en la única jugada conflictiva, ya que no existió penalti en la caída de Paulino en el minuto 37 de juego, aunque parte del público pidió la pena máxima al colegiado asturiano. En cuanto a los asistentes, muy bien secundado por Pérez González y regular por su compañero Fuentes Jiménez. En suma, en un partido fácil, arbitraje que pasó desapercibido.