De la Quinta a los Galácticos

ONCE AÑOS después de conseguir su última Copa del Rey, precisamente ante el Zaragoza, el Real Madrid de los «Galácticos» tendrá la oportunidad de rememorar la victoria, que en 1993 la «Quinta del Buitre» consiguió en la final del Luis Casanova de Valencia. Mucho han cambiado los contendientes desde aquellos días. Por un lado, el Madrid de Benito Floro, encabezado por la emblemática generación de españoles de la Quinta del Buitre; y por otro un Zaragoza cuyo técnico, Víctor Fernández, empezaba a engrasar al equipo que logró la Recopa en 1995. El Madrid llegaba al choque copero después de haber experimentado por segunda vez el infierno de Tenerife, partido en el que además de perder por 2-0 ante los tinerfeños, que por aquel entonces eran dirigidos por Jorge Valdano, le entregaba el título de Liga al Barcelona en bandeja de plata. Los hombres de Víctor Fernández afrontaban la final con más tranquilidad, ya que en las últimas jornadas de liga se encontraban en posiciones cómodas de la tabla y eso les permitió centrarse en la Copa y llegar con menos presión a la gran final. Con el pitido inicial de Urío Velázquez, comenzó un partido en el que por el Real Madrid jugaron como titulares, Buyo; Chendo, Lasa, Nando, Sanchis, Hierro; Michel, Milla, Villarroya; Alfonso y Butragueño, y por el Zaragoza, Cedrún; Solana, Esteban, Juliá, Aguado, Belsué; Poyet, García Sanjuán, Gay; Moises e Higuera. El encuentro comenzó con un gran equilibrio. El juego poco visceral de ambos equipos no se correspondía con lo que suelen ser las finales de Copa, hasta que a los 29 minutos de Butragueño desequilibró el marcador tras rematar con la cabeza un preciso pase de Michel. El final del primer tiempo fue lo mejor que le pudo pasar al Zaragoza, pues el Real Madrid apretó para sentenciar el partido en esos momentos de desconcierto para el equipo de Víctor Fernández. Durante la segunda mitad se pudo ver a un Zaragoza nuevo frente a un Real Madrid peor plantado en el campo, y llegaron las mejores oportunidades de los maños que finalmente no consiguieron materializar ninguna. Como suele ocurrir en estas ocasiones, el Zaragoza que se afanaba al máximo en la búsqueda del gol, terminó por ser sorprendido en un contraataque que pasó por las botas de Emilio Butragueño y que culminó Mikel Lasa en el minuto 77. Hoy las cosas serán diferentes. El Madrid de los «Galácticos», desde una posición de privilegio en lo más alto de la clasificación de la liga, se enfrentará a un Zaragoza recién ascendido, que a pesar de los refuerzos incorporados esta temporada, no termina de encontrar su acomodo en la zona segura de la tabla.