Diario de León

Ademar guardó para el último tercio lo mejor de su esencia

El Almería dejó una impresión grata a su paso por el Palacio y plantó cara

León

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No hubo lesionados, el equipo está bien de fondo físico y en buen estado de forma, Jorge Martínez va a más gracias a la confianza que gana semana a semana y Kjelling brilla desde los siete metros como lo hizo desde los nueve cuando llegó a León. Pocas lecturas más ofrece un partido como el de ayer para los parroquianos del Palacio, que se encontraron con una de las sorpresas agradables de la campaña este año. El Almería de Ángel Hermida está llamado a hacer un papel decoroso este año, pero a poco que la labor habitual de estos casos dé sus frutos, la temporada próxima la clase media de la competición va a encontrarse un invitado más. Todo sea por el bien de la Liga. Ganó Ademar, que no es noticia, pero cambió el guión al uso parta estos partidos, o se lo cambiaron, que nunca se sabe. A excepción de los veinte últimos minutos de compromiso, apenas hubo confrontación en el parquet, porque el rival salió crecido y porque el bloque de casa, a cuya oreja ya habían llegado las penurias que ya a aquellas horas de la tarde andaba padeciendo Ciudad Real en Eslovenia, adivinaba la posibilidad de hincar el diente al líder en el cuello y en su propia cancha el sábado próximo, y se guardó de excesos. Azul, más que blanco Así que el partido empezó en azul marino, más que blanco. El color almeriense puso la tónica al marcador hasta el descanso, con los lanzamientos de Chelu por bandera y la labor de apoyo en una defensa muy trabajada y con un 6-0 efectivo hasta el límite de dejar al intermedio en once goles toda la labor de ataque de Ademar, con tres tantos desde la línea de siete metros hasta entonces. De no mediar las ocho paradas que aportó la estadística de Jorge Martínez hasta la media parte, la suerte de la primera media hora bien pudiera haber sido otra, pero el asturiano camina con paso firme por la senda de su progresión particular, y se metió de lleno en la labor de cerrar el marco. La segunda parte se adivinaba ya de otra forma sólo con ver las trazas con las que salió a pista el bloque de Cadenas. Mucho más intenso en defensa, mejorada de forma notable la concentración de la primera mitad, que sin ser mala, había resultado un tanto laxa hasta entonces y con velocidad en las acciones de contragolpe, que se habían echado de menos en la recta inicial del convite, en cuanto León mandó el partido a ventajas de tres goles arriba, ya lo había matado. Se adivinaba. Excepción hecha de Metlicic, que se dió un poco más a las alegrías ofensivas que le definen, no hubo integrante alguno del plantel marista que repitiera en aquello de hacer gol en la segunda entrega. Sólo Kjelling (3/4 en lanzamientos de campo) y sus penaltis (4/4 en la segunda parte y pleno en los 6 intentos del cómputo general del partido). Exclusiones Así que, excepción hecha de la parte que le tocó al asunto de las exclusiones, cuando las inferioridades movieron mínimamente el partido, el resto ya no tuvo mucha más historia, la verdad. Para el momento en el que el banquillo andaluz quiso frenar la avalancha local (18-15) ya era muy tarde, porque matar del todo el partido solamente era cuestión de hacer un +3 en algún momento del compromiso, y León era ganador, claro, y justo. Tácticamente el partido tampoco dio para mucha historia. Sin Roberto, la posibilidad de hacer avanzado en defensa mandó al garete toda opción de intentar el 5-1. Sin Perales, también lesionado, el recambio de Raúl Entrerríos para el central era cero, de no mediar otro capítulo experimental con Kjelling de creador, flanqueado por Vatne y Metlicic... Que no estaba la tarde de muchos más experimentos, y que el triunfo de León, por esperado, no dejar de tener validez, pero sí perdió algo de fulgor. Para emociones fuertes, en cualquier caso, siempre está la televisión el sábado que viene, a no ser que pase lo de ayer, que la anunciada retransmisión del partido del Valladolid quedó en eso, en anunciada, y que el Celje-Ciudad Real, en España, empezó a las 17.18, con cerca de un cuarto de hora ya jugado que no se vio. Pero...

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