La Copa examina la validez de los presupuestos frente a la entrega

Es la hora de que los pequeños muestren sus garras. Los tres clubes de mayor presupuesto _Ciudad Real, Barcelona y Pórtland San Antonio de Pamplona_ se muestran vulnerables por diferentes motivos, lo que da alas a dos modestos de alcurnia, Caja España Ademar de León y Valladolid, y en menor medida al Altea, Cantabria y Teucro de Pontevedra. Pocos torneos hay en el mundo con un nivel tan alto como esta Copa del Rey, que comienza este hoy en varias ciudades navarras. El jueves (Tudela, 21.30), se jugará el duelo de alto voltaje: Barcelona-Ademar. La crisis de los azulgrana empezó en diciembre, antes de que su carismático entrenador, Valero Rivera, anunciase su marcha al final de la temporada. Y ha perdurado: la grave lumbalgia de Masip, que pone en peligro su presencia en los Juegos de Atenas, convierte en duda permanente a uno de los jugadores básicos; otro de ellos, el húngaro Nagy, rinde mucho menos que cuando llegó al club; y hay varios más descentrados por la incertidumbre de su futuro profesional. Rivera ya ha dado la Liga por perdida pero quiere añadir dos éxitos más a los 69 títulos conseguidos en dos decenios: una plaza en la próxima Copa de Europa y ganar la Copa del Rey. Pero ello exige doblegar en cuartos de final a un adversario muy incómodo. El Ademar, que ya ganó la Copa en 2002, comparte el segundo puesto de la Liga con el Barcelona y el Portland, y Manolo Cadenas ha demostrado muchas veces que sabe motivar especialmente a sus hombres en los torneos de pocos días. En Ciudad Real predomina la satisfacción, aunque con un poco de amargura: la Liga está casi en el bote, con siete puntos de ventaja a falta de siete jornadas, pero aún está fresca la eliminación en las semifinales de la Copa de Europa, a manos del Celje esloveno. Mientras en los despachos se ultiman fichajes de más galácticos, los astros actuales de Juan de Dios Román pueden vaciarse en la Copa porque ningún compromiso inmediato obliga a reservarse para más cotas.