Diario de León

La mala gestión de los refuerzos hunde a León en un partido clave

La plantilla saltó a la pista sabiendo que Mosley estaba cortado y tras un día de rumores

El estadounidense Jamahl Mosley disputó en Tarragona sus últimos minutos con la camiseta de León

El estadounidense Jamahl Mosley disputó en Tarragona sus últimos minutos con la camiseta de León

Publicado por
Francesc Xabier Saracho - tarragona
León

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León tenía anoche un partido clave que le podía catapultar hacia la parte alta de la tabla, pero lo perdió al mediodía, aunque la hora fijada para el inicio eran las nueve de la noche. A esa temprana hora, mientras la expedición leonesa velaba armas para el partido de la noche se disparaban todos los rumores sobre el baja a Jamahl Mosley y la próxima incorporación de dos jugadores. Si ya ocurrió en La Palma, cuando si filtró la crisis económica derivada del embargo de Hacienda, ayer se dio de lleno en la línea de flotación del equipo y la plantilla vivió una jornada de nervios y de móviles para intentar conocer la realidad. El equipo se jugaba anoche mucho y llegaba en un gran momento con una racha de siete victorias en ocho partidos que le permitía aspirar a todo. Pero fuera de la cancha se dilapidaron las opciones antes incluso de que los jugadores saltasen a calentar en la pista. En el partido León estuvo muy poco. Su mayor virtud, la férrea defensa desapareció de un plumazo. León no tuvo su día. O mejor dicho, tuvo uno de esos días para el olvido, esos que le convierten en un equipo vulgar y vulnerable. Porque enfrente no tuvo un gran rival, pero el Tarragona hizo algo mejor los deberes que el equipo leonés y eso le fue suficiente para mandar en un partido en el que León claudicó muy pronto y en el que sólo a ráfagas mostró sus credenciales. El partido resultó muy igualado en sus inicios, con un Tarragona y un León muy efectivos en el aspecto ofensivo. Las defensas, aunque buscaban contundencia, no podían superar a los ataques y el equilibrio se mantuvo hasta casi la conclusión del primer cuarto, cuando los triples del equipo catalán comenzaron a poner distancias en el marcador (19-15). A León se le veía suelto, pero inconstante. Le costaba arremangarse para defender y hacía demasiadas concesiones a un equipo que fue adquiriendo confianza a base de que León se la diese. Las faltas personales empezaban a pasarle factura al CBT. Urreizti anotó sobre la bocina el que sería el 24-19 con el que concliría el primer cuarto y la ventaja más amplia. Pero todo cambió en el segundo cuarto. El Tarragona apretó en defensa y puso en muchos apuros a los leoneses y el marcador comenzó a crecer (31-23), que fueron perdiendo gas. El segundo cuarto acabó más igualado gracias a los ataques de Urreizti y, sobre todo, de Onyekwe, que empezó a funcionar en ataque, con sus habituales arabescos y detalles ACB. El tercer cuarto comenzó igual que lo había hecho el segundo, con un conjunto local más entonado, que superaba con relativa facilidad la frágil defensa de León. Sólo a base de tiros libres los de Jareño íban anotando, con muchos problemas para anotar en jugada. Las diferencias crecieron hasta los quince puntos (54-39) y fue entonces cuando Jareño se vió obligado a solicitar un tiempo muerto y mandó a sus hombres a presionar. La medida dio resultados y las diferencias se fueron reduciendo. León adoptó una actitud más guerrera, pero un último minuto brillante de los tarraconenses aumentó la diferencia hasta los diez puntos. El último cuarto comenzó con demasiados errores en ambos equipos, pero mientras el CBT no estaba acertado, León, poco a poco, íba acercándose en el marcador. El Tarragona tuvo que poner dos bases en pista para intentar frenar el estropicio que les causaban Onyekwe y González. El marcador llegó a colocarse cinco puntos abajo para el equipo de León (68-63) y fue precisamente ahí cuando la dinámica varió. León había entrado en bonus y fue llevando una vez tras otra a los tarraconenses a la línea de personal. El acierto de los locales y los errores en los triples de León propiciaron que nunca las opciones de ganar fueran para el bando de Jareño. Lo único positivo fue el debut del italo-argentino Franco Rocchia con León y la experiencia otorgada a Javi Llorente. Al menos, en la pista, León mira al futuro con rigor.

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