CICLISMO
Manzano evita el quirófano pero su rodilla denota muchas infiltraciones
Jesús Manzano salvó ayer viernes la primera «bola de partido», y tal vez la más importante. El corredor madrileño entraba a las nueve de la mañana en el hospital San Camilo para descubrir si su maltrecha rodilla izquierda le deja volver a sentirse ciclista. Y todo salió bien. El doctor César Núñez Samper, jefe de cirugía de la rodilla en dicha clínica, fue el encargado de la exploración. El nuevo corredor del Amore e Vita sólo sufre una tendinitis rotuliana con inserciones en el tendón rotuliano, una enfermedad típica en los ciclistas profesionales por el esfuerzo que realizan al dar una pedalada. «En Jesús (Manzano) se incrementa en un 30% porque es escalador y sube de pie, moviendo la bicicleta de un lado a otro», comentó el doctor Núñez. Pero la rodilla también presenta otras patologías, como el famoso agujero del tamaño de una bola de billar. El doctor aclaró que no es más que «un hueco de cinco centímetros por cinco en el que se aprecia una atrofia del tejido subcutáneo como consecuencia de una o varias infiltraciones». Núñez Samper, que operó en el mismo sitio a Manzano siendo éste aficionado, relacionó esta patología con la cortisona inyectada al ex ciclista del Kelme durante la etapa de Cauterets de la pasada Vuelta a España.