Los riesgos de Florentino

NI TRIPLETE, ni doblete. Al Real Madrid de los «galácticos» ya sólo les queda la Liga, y tendrá que pelearla contra el Valencia con un equipo fundido, sin banquillo, con una plantilla formada por sólo 12 jugadores de garantías. Florentino Pérez no renovó a Del Bosque y fichó a Queiroz para ganarlo todo, pero ya van dos fracasos consecutivos en una temporada que puede ser caótica para los «galácticos». Con una plantilla tan escasa, Queiroz ha exprimido a las estrellas madridistas, que estaban convencidas de que sólo con su calidad podrían conquistar todos los títulos. Pero en tres semanas se ha perdido la Copa del Rey y la «décima». El golpe es durísimo para el considerado mejor equipo del mundo, despedido de la Copa de Europa por el Mónaco de Morientes, cedido por el Madrid, y con Makelele también en las semifinales de la «Champions» con el Chelsea. La arriesgada apuesta de Florentino Pérez ha tenido respuesta en la Liga de Campeones. El presidente blanco fichó a otro de los mejores futbolistas del mundo (Beckham), que no pudo jugar en Montecarlo al estar sancionado, pero debilitó al Madrid al prescindir de la «clase media», y obligó al técnico, más cuestionado que nunca, a recurrir a una cantera en la que no confía. La política de «Zidanes y Pavones», la que le ha servido a Florentino para ganar siete títulos, esta temporada está resultando un fiasco, incluso con Ronaldo, que ansiaba este título y deberá seguir esperando. El Madrid tiene al mejor delantero del mundo, pero no dispone de una plantilla con suplentes de nivel suficiente, ni tampoco de un central con garantías. El madridismo echa ahora de menos a Morientes, uno de los grandes artífices de la sonada eliminación blanca, a Makelele, a un central, y también a más futbolistas de equipo y menos acomodados. El Madrid también está pagando su pretemporada en Asia, muy fructífera económicamente pero enormemente perjudicial en lo deportivo. El Madrid, dirigentes, técnicos y jugadores, deberán aprender de esta cura de humildad. Florentino decía que su título preferido era la Liga, porque según él «la regularidad es más importante y lo que da estabilidad al club». Pero esta entidad ha quedado ya muy tocada y tendrá que levantarse cuanto antes para no hundir más su nombre Ahora sólo falta luchar por la Liga y serán los futbolistas, los que tendrán que dar el máximo para que el Madrid no cierre este curso con más ridículo.