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León aprende a sufrir en la pista para ganar a un Inca necesitado

Los de Jareño logran la tercera plaza en un partido en el que no exhibieron su buena defensa

Onyekwe estuvo muy vigilado por el rival, lo que no le impidió sumar catorce puntos y nueve rebotes

Publicado por
Carlos Frá - león
León

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Lo importante era sumar y el objetivo lo consiguió Baloncesto León anoche. Y si hacía falta una clase para aprender a sufrir de cara a los partidos de play-offs, también se consiguió este otro objetivo. El equipo echó en falta su mejor virtud, la buena defensa, y otorgó alas a un rival que se jugaba mucho y que traía el partido muy preparado en la pizarra. La zona del rival provocó muchos problemas a los de Ángel Jareño y tuvo que ser el canterano Pepe Llorente el que liderase a León en la recta final del partido para que el triunfo no se escapase. Ahora León es tercero, a una victoria de los colideres Plasencia y Bilbao, y aunque ya no vale de nada los lamentos, podría haber forzado un triple empate y ser hoy colíder si no hubiese ocurrido lo de Tarragona. Anoche León no jugó un buen partido. Estuvo gris, con muchos problemas para frenar a los interiores del rival -expecialmente a Ezugwu (21 puntos)- y echó en falta a Paco Martín frente a la zona rival, que se retiró lesinado cuando sólo había transcurrido minuto y medio de partido. El partido comenzó con un dominio discreto de León aunque pronto empezaron a surgir problemas en forma de lesión de Paco y de personales acumulados por Higgins. La defensa del rival se le atragantaba y cuando el Inca despertó consiguió apretar el marcador e incluso irse cuatro arriba al final del primer cuarto aprovechando la mala fortuna de un rebote sobre la bocina que los propios jugadores de León devolvieron hacia el aro. Era el preludio de una noche de sufrimiento. Jareño lo ha reirado. Es época de finales y el partido respondió a sus augurios. En el ecuador de este cuarto saltó a la pista Josh Davis y en el inicio del segundo el otro debutante Urtasun. Aprobaron su primer partido porque tampoco era momento para pedirlse mucho más. Necesitan tiempo. En este segundo cuarto León logró ponerse de nuevo arriba aunque sólo a base de sufrimiento. El rebote era para el Inca -acabó con diez ofensivos y 33 en total- y Ezugwu anotaba con extremada facilidad bajo al aro leonés. Tras el descanso León alcanzó una máxima renta de siete puntos, pero pronto volvieron las cosas en su sitio habitual, con Inca anotando con excesiva facilidad y con León bastante atascado en ataque, al no encontrar referencias claras. La igualdad parecía que sería la pauta y se cumplió el pronóstico. León necesitaba sufrir y tener cabeza para jugar el partido. Y tuvo ambas cosas, aderezadas con una mejoría defensiva que empezó a frenar al rival, aunque el Inca se recuperó en los últimos cinco minutos y aún forzó dos empates a 73 y 79. A falta de 1.20 para el final tuvo Llorente los balones claves y no erró desde la línea de tiros libres para lograr un 4 de 4 que acabó con las ilusiones del rival. El público, bastante frío en la grada, ante un partido duro y tosco, supo premiar el esfuerzo del equipo y aplaudió largamente a los jugadores. Y tampoco se olvido de premiar con una sonora pitada a una pareja arbitral que acorde con la noche también hizo sufrir a la grada. León tiene ahora dos citas pendientes: Cáceres y Lobos.