El Deportivo apeló a la épica para deshacerse del Milan en cuartos
Cuatro goles permiten a los gallegos hacer historia ante un rival que se fue de Riazor humillado
El Deportivo hizo historia al clasificarse para las semifinales de la Liga de Campeones por primera vez . En una noche mágica, los herculinos brindaron a su afición una goleada europea para el recuerdo y remontaron el resultado de la ida frente al todopoderoso Milan, vigente campeón del torneo y dominador del calcio. Tras perder por 4-1 en San Siro parecía poco menos que imposible la remontada. Pero un excelente equipo de Irureta, de manera especial en la primera parte, logró la hazaña. Salieron los locales con el ímpetu necesario para estos casos, aunque fue el Milan el primero en crear una clara ocasión, en un error defensivo solventado por Molina. Fue el preludio del primer disparo a puerta de los blanquiazules, que se transformó en el primer tanto del partido. El tanto dio paso a unos momentos de euforia herculina, en la que la pelota rondaba con cierta facilidad por las inmediaciones del área italiana. Al Milan parecían entrarle las dudas y el Deportivo tenía el partido donde quería, con el único problema de la precipitación en algunas acciones. Esa rapidez en perder el balón dio cierto aire a los rojinegros, que intentaron construir con más paciencia. Juego directo de los locales Cuando se trataba de atacar, el Deportivo optaba por la velocidad y por un juego más bien directo, intentando crear situaciones de superioridad por las bandas. El único inconveniente es que ni Luque ni Víctor conseguían desbordar con claridad a los laterales milanistas. La otra variante ofensiva pasaba por el intermitente pero siempre peligroso Valerón. Con el paso de los minutos, los de Irureta prefirieron tomárselo con más calma. La remontada ya pareció totalmente factible con el 2-0 antes del descanso. El tanto lo marcó Valerón, quien de cabeza remató un balón centrado por Luque, ante la mala salida de Dida. Pero ni en sus más optimistas sueños podía imaginarse Irureta que los suyos fueran a acabar la primera parte con la eliminatoria a su favor, por obra de un contundente 3-0. Luque recogió un balón tras un error de Nesta, encaró a Dida y resolvió con brillantez una acción que hizo vibrar a una afición asombrada por las prestaciones y la efectividad de su equipo. La segunda parte comenzaba con un planteamiento bien distinto, pues el Milan era el que debía buscar un tanto para clasificarse. La incógnita estaba en la actitud del Deportivo, que podía ir a por el cuarto o caer en la tentación de aguantar el resultado. La lógica impuso un mayor dominio de los de Ancelotti, que sin embargo tenían dificultades para salvar la presión blanquiazul en el medio campo. Sus mayores posibilidades seguían estando en las rupturas de la adelantada línea defensiva local. Sin perder el orden, los coruñeses no renunciaban al ataque y Víctor tuvo en sus pie derecho el cuarto tanto, en una ocasión que dio paso a unos minutos de control de los locales, que se pusieron a tocar ante la impotencia rojinegra para robar la pelota. Ese parecía ser el partido que le gustaba a Irureta, y por eso dio entrada a Fran por Luque, con el objetivo de darle todavía más pausa al encuentro. El cuarto tanto tuvo un efecto liberalizador y convenció definitivamente a los blanquiazules de su hazaña. El gol lo marcó Fran gracias a un disparo que Cafú desvió de su trayectoria. Y ahí se acabó todo.