La afición del Real Madrid recibe al equipo con insultos en Las Rozas

La afición del Madrid está tremendamente dolida por el bacatazo sufrido ante el Mónaco y los ánimos están tan caldeados entre los seguidores blancos que en el primer entrenamiento del equipo tras el desastre, las estrellas, con Ronaldo y Raúl a la cabeza, fueron duramente increpadas en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Los aficionados madridistas ponen ahora en entredicho el arriesgado modelo de Zidanes y Pavones de Florentino Pérez, que necesita más jugadores de clase media tipo Solari, pero también acusan a los futbolistas de relajación y exceso de soberbia y de preocuparse más de salir por la noche que de derrochar esfuerzos en los entrenamientos y los partidos. Bajo una pancarta que rezaba «Menos fiesta y más curro, golfos», alrededor de 200 seguidores del Madrid desataron ayer su ira contra los jugadores mientras se dirigían a los vestuarios, y especialmente contra Ronaldo, que tuvo un enfrentamiento contra un hincha que le llamó gordo desde la grada. El brasileño le respondió con un insulto, acordándose de su madre, y fue necesario intervenir para calmar los ánimos en una atmósfera demasiado crispada. «¡Lo que es gusta es la fiesta!», «Mirad el Deportivo, ¡con dos cojones!», «¡En la obra teníais que estar, de ocho a ocho!», «¡Gordos!», «¡No valéis!», «Raúl, ¿ya estás cansado?», «Habéis trabajado mucho ¿no?», fueron algunos de los gritos lanzados en Las Rozas por un amplio grupo de jóvenes a unos futbolistas que están obligados, sin margen de error, a ganar la Liga. Culpable, el proyecto Los aficionados merengues también han querido responder en masa en los foros abiertos después de la dolorosa despedida europea, aunque en este caso, la mayoría opina que la culpabilidad debe recaer en la apuesta de Florentino Pérez. Después de la charla de ánimo de Valdano durante veinte minutos, sin la presencia de Queiroz, que ya es ignorado por los dirigentes y está sentenciado en la Casa Blanca, los jugadores entrenaron durante una hora sobre el césped de la Ciudad del Fútbol, en una sesión en la que no participaron con el grupo Casillas, Salgado, Helguera, Roberto Carlos, Guti, Figo ni Raúl. El capitán fue el único de este grupo que dividió su trabajo en el gimnasio y el terreno de juego, ya que realizó carrera continua durante quince minutos con el recuperador. El próximo gran reto para un equipo que está agotado físicamente será el domingo contra Osasuna, y la exigente afición blanca, acostumbrada al éxito, dictará sentencia en el Bernabéu. «En la obra teníais que estar, de ocho a ocho! ¡Mirad al Deportivo, con dos cojones!» AFICIONADOS DEL MADRID