Sergio García pone fuerza al primer capítulo del Masters

En jornadas como la de este jueves ya pocos dudan de que los españoles se transforman cuando llegan al Masters de Augusta, la primer gran cita del año. Sergio García no estaba jugando bien y no llevaba una temporada de buenos resultados, pero al término de su primera ronda en el Masters de Augusta se encontraba entre los quince primeros de la tabla, al par del campo (72), a cinco golpes del líder, que para sorpresa de muchos era el jovencito inglés Justin Rose, con 67 golpes (-5). Lástima que García terminara con bogey al 18, pocos minutos antes de que se suspendiera la jornada debido a la intensa lluvia que caía sobre el campo, con aparato eléctrico. Sergio terminó muy enfado y con ganas de irse a casa, aunque no especificó si fue por el bogey final, por la lluvia, o por alguna otra circunstancia ajena al juego. «No quiero hablar, ni tampoco voy a llorar. Sólo quiero que esto termine e irme a casa y sentarme tranquilo sin que nadie me moleste», comentó el jugador muy tenso. Poco confiado No se mostraba excesivamente confiado «El Niño» el miércoles. El tiempo y los cambios efectuados en el campo aventuraban que este Masters de Augusta iba a ser duro, e insistió en que sabía que este año iba a tener que sacar a relucir toda su paciencia. Pero las cosas cambiaron la mañana del jueves. Llovió, como viene siendo habitual en los últimos Masters, suavizó los greenes que se hicieron más receptivos, y el castellonense desplegó, efectivamente, todo su mejor juego y toda su paciencia para superar el traspiés que sufrió tras el segundo bogey del 14, que le colocaba con +2. Su rabia y su furia española fue recompensada con un eagle en el siguiente, en el 15, el hoyo mágico para los españoles y que le dio la última chaqueta verde a Chema Olazábal en 1999. Un birdie más en el 16 colocaron a Sergio con -1, en séptima posición. La pena fue el bogey del 18 que le alejaba algunos puestos de la cabeza. García pasó con creces el examen al que seguramente le sometió su compañero de partido, Berhnard Langer, capitán del equipo europeo de la Ryder Cup, que terminó con -1, en séptima posición. Al cierre de esta edición, el otro español en competición, José María Olazábal, pasaba por la mitad del recorrido con +1.