Acis Mercaleón no logra descabezar al líder pese a ganarle

Durante un instante, el líder bajó la cabeza, inclinó el tronco y se dispuso a bajarse del peldaño. Fueron dos segundos. Los que tardó el balón en buscar el aro (62-52). Los que empleó Laura en jugarse el triple desde 10 metros. Los que viajaron con pasaporte de trece arriba. Los que alejaron a las leonesas de afrontar el cruce de los playoff como primeras de grupo. Para llegar a ese instante, Acis Mercaleón realizó un encuentro muy serio, nervioso en algunos momentos, como el del desenlace, pero que da crédito suficiente del nivel que el conjunto puede desarrollar en los play off. El primer cuarto escenificó sobre el terreno la idea que cada equipo traía de casa. Acis Mercaleón necesitaba ganar por encima de la barrera de los 12 puntos, mientras que Canoe podía especular con el resultado. Con el primer asalto finalizado casi en tablas (16-15), el tramo restante hasta el descanso lo utilizaron las chicas de Estrada para poner a prueba la resistencia de la zona. En este escenario, las madrileñas se atascaron hasta ver como tres jugadas consecutivas de ataque terminaban con la bocina antes del tiro. El desgaste defensivo no se reflejó en distancia en el electrónico merced a la falta de tino de las leonesas frente al aro, con las jugadoras interiores alejadas de su sombra. Pese a ello, el campo ya tenía claro color local. Esta circunstancia cobró su verdadero valor en el tercer cuarto, cuando la intensidad defensiva y la gracia en el tiro abrieron la brecha. El encuentro corrió el peligro de rasgarse para el Canoe, que a falta de 1.50 para el último respiro tan sólo había anotado 6 puntos. Sin embargo, en dos arreones encajaron el mismo tanteador y dejaron a las locales a la vista. Los diez minutos finales se abandonaron a la adrenalina. Acis Mercaleón subió por encima de la línea de flotación de las madrileñas, que gracias a la mano de Erika Gómez (que el pasado año ya destrozó a las leonesas cuando jugaba en el Pabellón Ourense) no se despeñaron del todo. Los dígitos subían y bajaban, alejaban o acercaban el éxito en cuestión de un minuto. En uno de esos vaivenes, las madrileñas robaron dos balones y se situaron 56-52, con 2.29 por delante. Espe aceptó el reto y levantó de un triple los ánimos; Gimena y Montenegro se aplicaron a sus labores; y Sara y Laura dieron al velocidad. El marcador bajó, volvió a subir y se quedó en el aire. En el mismo sitio que le triple decisivo.