El Madrid redefinirá su política de fichajes la próxima campaña

El mes más negro de su mandato, con el k.o. en la final de Copa de Muntjuic, la humillación de Mónaco, la pérdida del liderato en la Liga y los primeros abucheos y pañuelos contra su persona en Chamartín, le han convencido. Aunque Florentino Pérez sigue empeñado en que su política de estrellas y cantera es la mejor, tanto desde el punto de vista empresarial como deportivo, está dispuesto a matizarla, a rectificar, y a apuntalarla con integrantes de la «clase media». Sin el portugués Carlos Queiroz en el banquillo, algo que ya es un secreto a voces aunque no tenga confirmación oficial y haya que indemnizarle por su otro año de contrato, el Madrid no afrontará la próxima temporada sólo con galácticos indiscutibles y chavales procedentes del Segunda B. Habrá otros futbolistas en defensa y medio campo que permitan rotaciones y eviten que los que deben de marcar diferencias lleguen agotados física y mentalmente al tramo decisivo de todos los campeonatos. «Zidanes y Pavones» sí, pero el presidente ha entendido al fin que hacen falta más «Solaris». El madridismo echa de menos ahora complementos como Morientes, McManaman, Flavio o Celades, por no hablar de Makelele y Hierro. La hinchada también se pregunta, con cierta indignación, por qué no se cerró el fichaje de Milito o se echó el resto por el valencianista Ayala, y si Queiroz, propuesto por Valdano, ha mejorado a Del Bosque. Henry ya no es el único Aunque hasta la fecha Henry era el gran y casi único objetivo de Florentino Pérez, vuelven a sonar con fuerza nombres como el del central Nesta (Milán) o el centrocampista Vieira (Arsenal), ambos con contrato en vigor. También el francés Luccin, sobre todo si el Celta desciende y se ve obligado a vender, o el bético Joaquín. Y en el apartado de técnicos, los de casi siempre: Camacho, Eriksson, Wenger y hasta Capello. Si llegase el italiano de la Roma, el que tendría que salir sería Jorge Valdano. El mánager general, cada vez más portavoz que director deportivo termina contrato y no tiene la continuidad garantizada. Sin hacer gran autocrítica, Florentino Pérez sí reconoció tras la debacle ante Osasuna que hay una puerta abierta a la revisión de su modelo. «Es el único que ha dado siete títulos en cuatro años (de ellos dos Ligas y una Copa de Europa), que apuesta por el espectáculo, ha creado ilusión, ha hecho que el Bernabéu se llene todos los partidos, nos ha dado más ingresos y ha hecho posible que tengamos a los mejores jugadores. Es el proyecto más válido desde el punto de vista económico y deportivo, pero si hay algún fallo se puede corregir», subrayó. «Con la cantera y los mejores jugadores logramos regenerar el madridismo, pero sí, podemos profundizar más», añadió.