León BM consigue un triunfo vital de penalti y en el último segundo

De la larga carrera de éxitos que se le auguran a la carrera de Raquel, el del triunfo de ayer, en la parte que le toca, va a tener tanto peso como valor. La habilidosa extremo zurda de León BM, internacional en su categoría y portento físico donde los haya, resolvió desde los siete metros en la última acción un partido que se trabó más de la cuenta por culpa del potencial del rival, más hecho, con experiencia contrastada y menos dado a los vaivenes constantes en los que metió la pelea el bloque de casa. Tal como llegó el final el choque, lo mínimo que podía pasar era una resolución con suspense. Pitu salió viva de una pirueta casi circense a cuatro minutos del final (20-19), Ángeles perdió la bola para las granadinas, Raquel y Nuria cometieron faltas en ataque en las dos acciones siguientes y cuando Dora marcó de penalti (21-19) el partido parecía sentenciado. Cristina, lo mejor de cuadro anzaluz (21-20) devolvió emoción al asunto y entre Pitu y Vanesa se hicieron tal lío, pérdida de balón incluida, que Cristina volvió a sellar el empate (21-21) con la particularidad de que el rizo se había rizado con un par de exclusiones que dejaron a León BM con cuatro jugadoras en pista. Quedaban 12 segundos. En el último ataque, Raquel echó a correr con velocidad endiablada. Seis granadinas contra cuatro leonesas. Ni por esas. Ana García esperó más de la cuenta para frenar a Raquel Caño y cometió penalti. Lanzó sin dejar de mirar a los ojos a la portera rival, todo lo contrario de lo que se recomienda, todo un síntoma de convencimiento absoluto. La explosión de alegría de las anfitrionas contrastó con las lágrimas sureñas. León tiene medio ascenso en el bolsillo y Granada 74, después de todo el esfuerzo, se quedó sin premio.