Tenerife llora por la Cacciatori
LA ESTRELLA ITALIANA Maurizia Cacciatori puede haber dicho hoy adiós a su estancia en el Tenerife Marichal, tras disputar un único punto en el segundo encuentro de la final de la Superliga española de voleibol, en el partido ante el Hotel Cantur (3-1). Hoy a primera hora, Cacciatori tomará un avión para unirse a la concentración de la selección italiana que prepara el preolímpico, que se disputará del 8 al 16 de mayo en Japón, por lo que se perderá el desenlace del campeonato español, Cacciatori tiene sobre la mesa una oferta de renovación por el conjunto tinerfeño, al igual que el resto de la plantilla, según ha reconocido su presidente, Quico Cabrera, quien añade que ahora «la piedra está sobre su tejado». Cualquier respuesta de la «principessa», como se conoce popularmente a Cacciatori en Italia, no se sabrá probablemente hasta después de que contraiga matrimonio con su prometido, el jugador de baloncesto Gianmarco Prozzeco, el próximo 26 de junio. Sin embargo, la condición que se debe cumplir para que permanezca en Tenerife se antoja harto complicada, ya que no quiere pasarse otro año lejos de su futuro esposo y así, medio en broma, medio en serio, ha dicho repetidamente que renovaría por el Marichal «si Prozecco fichase por el Unelco Tenerife». Al respecto, el máximo mandatario del Marichal, Quico Cabrera, ha reconocido abiertamente que su relación con la directiva del Unelco Tenerife prácticamente no existe, lo que complica aún más la posible renovación. De confirmarse la marcha de Cacciatori, la despedida no habrá sido como probablemente la hubiera imaginado al ver el revuelo que produjo su llegada a la isla hace un año, agitando el panorama del voleibol femenino nacional, un perfecto desconocido por el gran público. La colocadora de Carrara nunca pudo imaginar que su amiga del alma, la argentina Romina Lamas, la relegara a un segundo plano en la fase más trascendental de la temporada después de comenzar como titular indiscutible. No en vano, Cacciatori vio desde el banquillo cómo el Tenerife Marichal se alzó el pasado mes de marzo con la Copa de Europa sin que participase un solo minuto en la final a cuatro por culpa de unas molestias en el cuello. Desde entonces ha desempeñado un papel secundario y en los dos partidos de la serie final de la Superliga contra el Hotel Cantur, probablemente los últimos con el Marichal, los volvió a ver desde el banquillo, a excepción del punto que estuvo en cancha, en el desenlace del tercer set del encuentro de ayer. Un adiós discreto para un ídolo de masas en Italia que al menos se ha ganado el cariño de la grada. Como muestra, una pancarta colocada ayer en el pabellón Santiago Martín que, con la bandera italiana como fondo, rezaba: «Mauri, no te vayas, el público te lo pide a gritos». El Pamodin Episcopal de Lleida se ha aseguró, con bastante menos ruido, el ascenso a la Superliga de voleibol masculino después de derrotar a Orotava por 3-2. El equipo que entrena el búlgaro Miltxo Milanov tenía suficiente con ganar un set ante los canarios, pero dio continuidad a su espectacular racha.