Barça, un proyecto que luce tarde

EL BARCELONA cerró contra el Madrid una cuenta pendiente que arrastraba desde hacía cuatro meses, cuando fue vapuleado por todos los equipos grandes en el Camp Nou, lo que le ha colocado tras la victoria en el Bernabéu en una situación de bienestar óptimo, pero que por falta de tiempo es más que probable que no obtenga un fruto mayor como es la consecución de Liga. En el entorno barcelonista ya nadie discute el estado de gracia por el que atraviesa el equipo aunque sí que se lamenta que éste no se hubiese iniciado mucho tiempo atrás, pues el errante arranque liguero le condenó a soportar un lastre en la parte baja de la clasificación que sólo se ha podido sacudir en los últimos meses. Atrás ha quedado una primera vuelta nefasta para los barcelonistas, en la que el Camp Nou se convirtió en un escenario ideal para el expolio de puntos. En estas, casi todo el que se lo propuso algún botín se llevó. Valencia, Real Madrid y Deportivo, los tres equipos más estables durante casi todo el campeonato, no fueron menos y hundieron al Barca con tres derrotas en el momento de más debilidad de la entidad en toda la Liga. Sin embargo, las cuentas pendientes también se saldan en el fútbol y, sin aspavientos, el conjunto catalán recondujo en el Bernabéu con la victoria contra el Real Madrid por 1-2 (ya venció en Riazor, 2-3, y Mestalla, 0-1) un mal momento padecido hace meses con los conjuntos más destacados del campeonato. Con el triunfo en el Bernabéu, el Barcelona firmó su decimosexto partido consecutivo en la Liga sin conocer la derrota. De hecho, en toda la segunda vuelta (se han disputado quince jornadas), el equipo catalán continúa invicto y, a excepción de tres empates, lo ha ganado absolutamente todo. Pero este despertar futbolístico, motivado en parte por un giro notable en la utilización de los mimbres de que dispone el técnico Frank Rijkaard, ha llegado a destiempo para los intereses de la entidad catalana. A falta de cuatro jornadas para la conclusión de la Liga, los cinco puntos que separan al Barça del líder Valencia se erigen en un obstáculo casi insalvable. Los objetivos de la entidad en el arranque del campeonato contemplaban la obtención de un título, un deseo orientado sobre todo hacia la Copa del Rey y la Copa de la Uefa, mientras que el objetivo de mínimos en la Liga se establecía en la clasificación para la próxima Liga de Campeones.