Sólo la tormenta con aparato eléctrico pararía el torneo
Dado que abril no es mes para confiarse, pese a que ya se despida, y que el calendario Zaragozano no se hizo para las latitudes geográficas leonesas, la vista se mantiene más atenta durante esta jornada al cielo que a la tierra. Ayer, la primera hora del día desgarró nubes hasta la lontananza, después se abrió paso el sol, más por molestar que por conceder vistosidad al evento, y la tarde se cerró antes de tiempo. No son buenos precedentes para hoy, primera de las cuatro estaciones en que se divide el Peugeot Challenge Tour. La organización tiene prevista la posibilidad de que se sucedan imponderables meteorológicos que puedan alterar el curso normal del Peugeot Challenge Tour. La PGA Europea tiene un detector de tormentas para preveer la llegada de nubes aparejadas de lluvia y aparato eléctrico, lo que obligaría a interrumpir la competición para preservar la integridad de los golfistas. En caso de que las precipitaciones se avecinen sin compañía, los organizadores no tienen previsto que el torneo se paralice. Los aficionados que deseen subir al campo El Cueto durante los cuatro días de competición podrán hacerlo sin ningún cargo, dado que uno de los propósitos de la cita es aumentar su conocimiento dentro de León.