Penalti, el vocablo maldito de Riazor

EL TÉRMINO penalti continuará ligado a la historia negra del Deportivo. Cuando Collina pitó la pena máxima en contra del Dépor, un reguero de vértigo y angustia recorrió la grada de Riazor. Un penalti más se cebaba con el deseo y la ilusión de un club que merecía jugar la final de la Champions . No es la primera pena máxima que hace llorar a la afición del Deportivo. Parecía olvidada ya aquella que erró Djukic y que privó al Dépor del título de Liga de la campaña 93-94. Pero apareció de nuevo el fantasma de otro penalti que dejó a los aficionados con la miel en los labios. Nunca se encontró cómodo el Deportivo. El Oporto vuelve a la cima. Andaba dormido y sedado en Europa. Viviendo de los tiempos de Futre y Madjer, de aquel hermoso título que ganó en Viena al Bayern de Matthaus y Rummenigge en el año 87. Hoy este Oporto es un grupo compacto, que ya ganó la Copa de la Uefa el pasado año. Fue esta noche un equipo solidario con tipos que rinden cien por cien como Maniche o Carlos Alberto. El Deportivo echó de menos a Mauro Silva. Valerón no tuvo su día y el Dépor se quedó sin esa final histórica que le esperaba en Alemania.