La profundidad de banquillo y el control del rebote imponen su ley
Seis jugadores del equipo superaron los diez puntos y León sumó veinte capturas más que el Menorca
La profundidad de banquillo de León no sólo es numerica, sino también real en la aportación sobre la cancha. Seis jugadores -Urtasun, Davis, Julio, Higgins, Onyekwe y Paco Martín- cerraron sus estadísticas personales con más de diez puntos, y con unos porcentajes notables. Además, esa situación es una prueba de que la idea de Jareño de jugar en equipo sí que ha calado en sus jugadores. Los tiros libres, que tanta factura han pasado a León en este play-off fueron salvados por el equipo con un 81% de acierto (26/32) con un gran acierto de Higgins con diez de trece. El veterano americano con pasaporte español sumó quince rebotes, Davis siete y Onyekwe diez. Y es que León dominó las pinturas con rigor y consiguió veinte rebotes más que el rival (47-27), con catorce ofensivos. Dos puntos de la pareja rival Por contra, la pareja americana del Menorca se fue de vacío. Tanto Floyd como Moss sólo fueron capaces de anotar un único punto cada uno, en sendos tiros libres, y capturaron dos rebotes cada uno. Camps lideró la anotación del rival (22 puntos), pero sus porcentajes los fue arruinando con sus tiros desesperados tras el descanso. En el caso de León los buenos datos en la estadística, con veinte asistencias, permitieron paliar las 23 pérdidas de balón sufridas a lo largo del partido, que en otras circunstancias habrían pasado una duda factura al equipo.