Acis Mercaleón gana el derecho a mirarse de frente con la historia

Cuenta Juan Oiarzábal, que acumula más ochomiles que Schumacher podios, que cada vez que corona una cumbre lo siguiente que se le pasa por la cabeza es: «Ahora, otra». Desde arriba se ve todo muy bonito pero sin embargo se va a pocos sitios. Igual que el montañero vasco, Acis Mercaleón alcanzó ayer el punto más alto de su historia y, sin embargo, todavía no ha llegado a ningún sitio. Las leonesas acogotaron al Viladecans en un encuentro pleno de rabia en el que abandonaron los fantasmas de la temporada pasada, cuando las catalanas cerraron su primera experiencia en los play-off de ascenso, y cumplieron con el segundo aval requerido por el aduanero para alcanzar las semifinales. El primero se había firmado el pasado domingo en terreno ajeno (62-65). Y después de ese asalto, Lucas Mondelo, técnico del Viladecans, había memorizado los puntos de su análisis para forzar el tercer encuentro: «Equipo basado en la transición y un poco anárquico. Eminentemente físico y con un gran rebote para correr. Obligarlas a que jueguen por encima de los 15 segundos. En estático, somos superiores». Pero, ni ojos negros. Acis Mercaleón salió a la cancha aturdido por el vértigo de cumplir con su compromiso y Viladecans se entretuvo en el ejercicio de 6,25, por lo que el armisticio se prolongó más allá de dos minutos del inicio. Tarrasón encontró el aro de tres y abrió la lucha. En el tanteo se apalabraron los principios y con la entrada de Laura y Espe en pista las leonesas cobraron su primera ventaja (9-7). La defensa cobró más mordiente y la zona se asentó, entre Gimena y Nuria, para irse al trote hasta el primer respiro (16-12). Estrada puso en marcha las rotaciones y el fuelle encontró aire. Esther Montenegro empezó a sumar en ataque, pero la catalana Soler tomó mando en la pintura para tapar el vacío que dejaba la marca de Rakel sobre Boswell, muy gris durante todo el encuentro. Sin nadie que pusiera galones a la prenda, Espe se lanzó desde la línea de triple para devolver la iniciativa a las leonesas (25-24). A partir de ahí, el trabajo bajo el aro se endureció, comandado por Gimena y Esther Montegro, que secaron a Padrós y Soler en el último tramo antes de la visita a la caseta. El segundo asalto se abrió con +6 arriba para las de casa. Arengadas en la intimidad, la defensa cobró un punto más de agresividad, las piernas otro de velocidad y la cabeza uno menos de nervios. Otro triple de Espe (que cerraría el encuentro con 3/5) aupó al Acis Mercaleón hasta el 40-27, máxima ventaja, sin noticias de que el cuadro visitante hubiera abandonado el vestuario. Entonces, las chicas de Estrada cayeron poco a poco en una duermevela preocupante que envalentonó a Viladecans. La misma holgura que la goma había dejado para alejar a las leonesas actuó para devolverlas a las distancias cortas. Boswell falló un triple con destino al 48-46 pero anunció vida al otro lado (48-43). Laura puso el puño sobre la mesa con una canasta de tres nada más empezar y pareció todo sería fácil. Viladecans optó por jugar con cuatro abiertas y Soler en la trinchera enemiga para posibilitar las entradas. A las leonesas les pesó un poco la camiseta y Taberna colocó el 51-50, con más de 5 minutos por delante. Cada canasta encontraba respuesta idéntica hasta que Laura volvió a romper el ritmo con otro triple (60-54). Las locales entraron en bonus y las catalanas las examinaron desde la línea de tiros libres, mientras sus intentos triples encontraban agua. 2/8 fue su primera nota y nada se rompió. En el siguiente análisis, 6/6 y línea libre para la victoria. Para pensar: «Ahora, ¿qué?». Ahora otra.