El galáctico es Morientes
EL FUTBOLISTA DE MODA en Europa pertenece al Real Madrid pero juega en otro equipo, el Mónaco. Se trata del internacional español Fernando Morientes y su caso encierra otras paradojas. La más singular es que el Real Madrid sigue pagando más del 70 por ciento de su sueldo (dato de la revista «France Football») y Morientes no sólo pudo jugar los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el equipo español, sino que con dos goles contribuyó a su eliminación. El delantero, de 28 años, cedido al Mónaco para esta temporada, volvió a ser decisivo en la noche del miércoles en las semifinales contra el Chelsea inglés al anotar el empate a dos tantos que dio al club monegasco el pase a la final por primera vez en su historia. Con ese gol, una obra maestra del desmarque que silenció «Stamford Bridge», Morientes se confirmó, con nueve, como el máximo anotador de la principal competición europea. De paso, se colocó a un paso de conseguir su cuarto título de campeón de Europa, una hazaña de la que sólo puede presumir otro jugador en activo, el «gran capitán» del Milán, Paolo Maldini. Los «galácticos» del Real Madrid se consumen hoy de envidia. El «Moro», como se le conoce en España, nunca perteneció al grupo de los «galácticos», ese quinteto de lujo (Beckham, Zidane, Ronaldo, Figo y Raúl) con el que contaba el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, para sumar más de un título esta temporada. El drama para Pérez es que el Real puede cerrar esta temporada sin título alguno de prestigio, después de perder ante el Zaragoza en la final de la Copa del rey, ser eliminado por el Mónaco y estar a cuatro puntos del Valencia en el campeonato español a falta de tres jornadas para el cierre de la «Liga de las estrellas». Si Morientes estaba en algún grupo en el Real Madrid, era en el de los «damnificados» por la llegada de los «galácticos», ya que la incorporación en 2002 de Ronaldo le relegó al banquillo, una situación que nunca había vivido en sus seis temporadas en el club blanco. Morientes aguantó un año y luego buscó la salida con la vista puesta en la Eurocopa de junio y julio próximos. Sabía que si quería mantener la confianza del seleccionador Iñaki Sáez, tenía que jugar y además hacerlo bien. Lo ha conseguido con creces. Si el Mónaco vence al Oporto en la final de la Liga de Campeones del próximo día 26, en la ciudad alemana de Gelsenkirchen, la estrella del club del Principado inscribirá su nombre con letras de oro en los 48 años de historia de la principal competición europea. Además, superaría a sus compañeros del Real Madrid Raúl González y Roberto Carlos, que han ganado el torneo en tres ocasiones, en las mismas finales (1998, 2000 y 2002) en las que Morientes obtuvo con la camiseta blanca sus anteriores galardones. Como remate de la jugada, el «Moro» ha logrado en un equipo que hasta hoy no estaba entre los «grandes» de Europa una meta que no ha podido alcanzar esta temporada el que partía, instalado en la galaxia, como el máximo favorito para ganarlo todo después de añadir a David Beckham a su grupo de estrellas. Millonarios, idolatrados por la hinchada, los «galácticos» del Real Madrid leyeron con envidia las crónicas que hablan del éxito de Morientes, mientras ellos están muy cerca de cerrar la temporada sin título alguno. El Mónaco y el Oporto, los finalistas sorpresa de la Liga de Campeones, han demostrado que sólo con dinero no se hace un equipo. Las diferencias de salarios entre los «galácticos» y los dos finalistas europeos es abrumadora. Según la clasificación que esta semana publicó «France Football».