Hacer las cuentas con calculadora

LLEGADAS estas fechas para los conjuntos que tienen que conseguir puntos las cuentas se hacen de todo tipo. Las especulaciones están a la orden del día y todo puede ser posible, pués las sorpresas son una constante. Saber sobrevivir a todo tipo de circunstancias y superar la presión son vitales para que la calculadora acierte con el resultado. Lo que un día parece ser de color de rosa a la jornada siguiente se da la vuelta y el negro prevalece sobre lo demás. No hacer bien los deberes durante la temporada produce dolores de cabeza en los partidos postreros y las prisas tienden a ser malas compañeras. La ansiendad y los nervios aparecen desde las estancias superiores (directiva) hasta el último jugador, y eso si no se controla las consecuencias son impredecibles. A partir de ahora muchos factores entran en juego y las plazas que dan lugar a disputar las eliminatorias de ascenso están muy caras. Por la parte baja de la clasificación la patata está caliente y muchos son los que juegan a la ruleta rusa y solamente uno el que se quedará con el billete no deseado del descenso. Las calculadoras están que echan humo y eso... El Promesas Ponferrada sigue dejando pasar oportunidades y ya no depende de sí mismo, algo que empieza a ser más que preocupante. No aprovechar las ocasiones que se tienen en cada partido está siendo el handicap principal de este conjunto que por plantilla, medios e infraestructura debe conseguir una de esas ansiadas plazas de premio. Lo contrario sería no cumplir el objetivo y posiblemente estaríamos hablando de una palabra que a nadie le gusta pronunciar y mucho menos asumir: fracaso. Ser el equipo que menos goles ha materializado de los aspirantes a optar al ascenso puede dar cierta idea de la trayectoria mantenida y más si contamos los empates cosechados, trece. Tres son las jornadas que restan y sólo vale ganar y ganar, y después... rezar. El Atlético Bembibre se juega la temporada y podría decirse que hasta la vida el domingo, pues recibe a la Arandina, el rival que le antecede en la tabla. Todo lo que no sea un triunfo dejará al conjunto berciano en precario y al borde del precipicio, suponiendo un auténtico mazazo para la trayectoria del club bembibrés y, sobre todo, para afrontar los dos últimos compromisos, de características similares pero ya sin depender de sí mismo. La Hullera reaccionó a tiempo del abandono al que se había entregado en sus últimas confrontaciones. El triunfo, no por esperado menos importante, sobre el colista le confirma en la categoría sin tener que esperar al desenlace de las tres últimas jornadas. Goles son amores... y puntos, y lo demás, cuentos. La Cultural B continúa ascendiendo posiciones en la tabla, habiendo encontrado el antídoto a la irregularidad manifiesta de no hace muchas fechas, pudiendo finalizar la campaña, de mantener esta racha, a lo grande. La Bañeza sigue cuesta abajo y sin frenos. El haber hecho los deberes a tiempo le salva de sudores de última hora. Acabar recuperando el ego y la dignidad debe ser ahora su cometido y labor de todos.